Vida en Territorio Salvaje

Los colonos ingleses desarrollaban una vida rica y agradable dada la buena naturaleza y la abundancia de recursos naturales que les ofrecía las tierras cercanas al Cabo de Buena Esperanza.

Los habitantes están bien organizados en la producción de suministros y eran precavidos, ya que en ese territorio existe la amenaza de la naturaleza salvaje.

Una mañana la colonia británica quedó arrasada tras sufrir un ataque bosquimano. En tan solo un día, se había pasado del disfrute de una buena vida a una situación de atraso económico, ya que todo había quedado destrozado e incluso algunos colonos habían fallecido en el ataque.

Poco a poco van apareciendo los supervivientes (54), y comienzan a reorganizarse bajo el liderazgo del capitán Adams.

Primero se aseguran refugio y recopilan la comida y provisiones disponibles, y al mismo tiempo se plantean la duda de si conviene reconstruir la colonia, o trasladarse a otras tierras en busca de asentamientos. Finalmente se deciden reconstruir el poblado y volver con las ocupaciones que tenían antes del ataque.

Aquí empieza la distribución de las tareas productivas en función de las habilidades individuales. Los hombres jóvenes del poblado son los que van a liderar el proceso, mientras que los más débiles y mayores están tristes pensando en el ataque que han sufrido.

Un superviviente llamado Sr. Arnall, se considera un gentleman y no está dispuesto a rebajarse a cavar zanjas o buscar frutas.

Los colones se concentran por la tarde el primer día después del ataque para cenar, y la conversación gira en torno a la producción obtenida por todos ellos, y aquí aparece el derecho del salario, que en este caso se paga con alimentos.

A medida que la colonia se reorganiza, la producción va aumentando y se concreta en la construcción de viviendas. Volviendo al personaje del Sr. Arnall, que anteriormente era un cazador con escopeta, pero ahora ya no la tiene y se dispone a iniciar él sólo una cacería para sentirse útil y colaborar en la producción. En esa cacería consigue atrapar dos animales con un arco de flechas con la punta envenenada, una técnica que le enseñaron los jóvenes del poblado y él les había despreciado cuando tenía su escopeta.

La división del trabajo y el espíritu emprendedor ha dado buenos resultados económicos en poco tiempo. Ahora que se han recuperado son más ambiciosos y el capitán Adams dice: “no existen límites al crecimiento de lo que se puede conseguir con el trabajo junto con el avance del conocimiento”.

Una vez satisfechas las necesidades de abastecimiento propio, empiezan a querer comerciar con otros asentamientos y también establecen una organización social, donde se eligen tres delegados representantes del poblado, que se encargan de coordinar la producción. También prestan atención a los gastos que se deben afrontar para la defensa, ya que no quieren que les vuelva a pasar lo mismo.

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