Volante 1 mayo

A 133 AÑOS DEL SACRIFICIO DE LOS MÁRTIRES DE CHICAGO

El sistema capitalista en su etapa imperialista global, en crisis estructuralmente permanente, cada día más profunda e irresoluble,  lleva a la humanidad a su destrucción al no poder resolver  los graves problemas que nos afectan: la crisis del capital financiero, la crisis alimentaria, la crisis energética y la crisis ecológica, además de la degradación a que ha llevado a toda la sociedad estructurada bajo este sistema socioeconómico capitalista.

Durante los años que lleva de vida este criminal sistema, con excepción de sus inicios cuando derrotó al sistema Feudal, siempre ha luchado incansablemente por mantener su sistema de explotación sobre la clase obrera y en general del proletariado, para ello siempre ha contado, a su disposición, con el Estado, quien cuenta con una diversidad de aparatos que le permiten reproducir desde la economía, la política, la educación, la ideología, las religiones, los gobiernos, su sistema de partidos, el sistema judicial, etc. Que garantizan que la oligarquía financiera no pierda el poder.

Hoy la clase obrera y sus aliados (campesinos, obreros agrícolas, indígenas, estudiantes, estudiantes, etc.) viven a partir del 1° de julio de 2018, una coyuntura importante para impulsar el cambio en la correlación de fuerzas política, social, organizativa e ideológica. Pero dicho cambio solamente la podrán alcanzar el pueblo en general, con conciencia de clase, con unidad y organización que logren romper la ignorancia provocada por la influencia y peso de la ideología de la clase dominante sobre todos nosotros.

Ese cambio no caerá el cielo, ni de un presidente, ni de un gobierno, ni de fuerzas del extranjero, si no lo conquistamos nosotros mismos, el reto es inmenso, pero no imposible, tenemos que acabar con las estructuras organizativas que han dominado a los trabajadores, a través de todas las organizaciones corporativizadas sean estas campesinas, agrícolas, indígenas, del charrismo sindical (PEMEX, CFE, IMSS, ISSSTE, SNTE, ETC.) tenemos que lograr primero LA UNIDAD política, ideológica, organizativa y desechar toda propuesta de división de la fuerza de los trabajadores, tenemos que enfrentar al oportunismo y la corrupción e intentos de lograr una nueva forma de corporativismo.

Nuestra lucha debe contenerse en un programa de lucha política, que contenga nuestras demandas inmediatas, económicas, pero sobre todo políticas, no se puede decir que en un país hay democracia, cuando todas las organizaciones sociales están para controlar a los trabajadores, se tiene que acabar con el sindicalismo mafioso, corrupto y criminal de PEMEX, CFE, IMSS, ISSSTE, SNTE, etc.

La lucha política debe centrarse en: a) Luchar por el rescate de nuestra nación en todos los niveles de la economía, la educación, los derechos de los trabajadores nuevamente amenazados con la nueva REFORMA LABORAL: b) Acabar con la política económica del imperialismo, el NEOLIBERALISMO, si no se deja, ninguna promesa podrá ser cumplida, venga de quién venga; c) Combatir al capital monopolista nacional y Trasnacional que domina el sistema Bancario, la agroindustria, la minería, el sector eléctrico, energético, los puertos y aeropuertos, el comercio y los servicios; d) luchar por la PAZ Y LA AUTODETERMINACIÓN DE LOS PUEBLOS y estar en contra de las guerras promovidas por Donald Trump en contra de nuestros pueblos hermanos (BOLIVIA, CUBA, NICARAGUA Y VENEZUELA); e) luchar para que se nos escuche a los trabajadores, ya que fue el pueblo quien hizo realidad el triunfo electoral, como primer paso hacia la toma del poder por el pueblo, el gobierno no es suficiente, pero un gobierno que NO que escucha a su pueblo y se respalda en él, está condenado al fracaso.   

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