Vulnerabilidad: bioética global, justicia y teología moral.

Vulnerabilidad: bioética global, justicia y teología moral.

El simple hecho de que la vida se vea en estos momentos como una competencia y como algo que debe ser regulada por estamentos de Estado-Nación, ha generado que las personas busquen mecanismos de unión e integración entre ellas mismas ocupándose de problemas que rijan a un determinado grupo social. Siendo así, que los países menos desarrollados o en vías de desarrollo son aquellos que se ven seriamente afectados al momento de enfrentar cambios los cuales están conscientes de que ayudarán a salir del hueco en el que están, sin embargo no lo pueden hacer si quienes lo lideran no tienen la suficiente confianza en todos y aprenden a dejar de ser vulnerables enfrentando monstruos de tamaños inimaginables.

La vulnerabilidad va ligada desde un concepto omnipresente en todos los ámbitos, situaciones y personas en sí. La vulnerabilidad, en cierto sentido, nos hace humanos, ya que es un factor donde se abre un espacio de discusión hacia la dignidad, que al igual que la vulnerabilidad, es un incidente en la vida de todos. La dignidad es intrínseca, es decir, todos la tenemos hasta que la sociedad cataloga que así no deben realizarse ciertos actos o que ciertas palabras emitidas no son las correctas. La dignidad nos ayuda a realizar actos de supervivencia, tanto personal como global; ya que gracias a esta, podemos forjar nuestro carácter y darnos cuenta de que hay situaciones en la vida en las cuales es justo y necesario sacar lo mejor de nosotros mismos para poder, además de sobresalir ante todos, despojarnos de muchas incógnitas y palabras sin emitir que nos hacen una mala jugada en algunas ocasiones.

Poner ejemplos de violencia, desigualdad, discriminación o exclusión es algo realmente muy común de lo cual podemos expresarnos, al menos culturalmente hablando en nuestro país estos problemas sociales se venden como pan caliente. Sin embargo, empezaré planteando uno de aquellos que se ha venido dando desde tiempos memorables por parte de los hombres hacia las mujeres en lugares estratégicos de nuestro país donde aún piensan como épocas de la piedra, no permiten que las mujeres seamos igual de libres que ellos y el machismo está a flor de piel. Por un lado, podemos observar la desigualdad en nuestro medio al cruzar la ciudad y darnos cuenta de que hay sectores y barrios que tienen de todo a la mano y otros, por su lado, carecen de muchas cosas y sus habitantes son relegados casi que al cien por ciento del tiempo. Por otro lado, el tema de la discriminación lo asociaré con el de la exclusión siendo dos problemas sociales que van de la mano, estando latentes en: el campo social con insultos y emitiendo frases que no vienen al caso; el campo familiar, ya que nunca hace falta aquella persona a la cual no le agradan los piercings, tatuajes o no pueden aceptar y entender el tipo de cultura que sus familiares están adoptando; y, por último, en el campo laboral donde cada vez más está siendo controlado y se está trabajando por la inclusión de personas discapacitadas, de diferentes etnias, culturas y se toma a la mujer como un ser humano, no como alguien inferior a los demás.

...