¿Y quién más hace el Negrito Nito? Visita a Grupo Bimbo en Puebla

¿Y quién más hace el Negrito Nito? Visita a Grupo Bimbo en Puebla.

Domínguez Fragoso Oscar Alberto.                                                                                                    Pachuca, México. mayo de 2018.

La visita a Grupo Bimbo en Puebla me hizo recordar pasajes (ya muy borrosos) de mi infancia, pues esta no fue la primera vez que visito la fábrica. Sin embargo, he de decir que muchas cosas han cambiado desde ese niño que fui y en particular quiero resaltar como es que ahora hay mayores intenciones y mejores perspectivas.

Aunque en general no se pueda decir mucho de esta visita desde una perspectiva económica intentaré relacionar lo aprendido en mis cursos de economía y algunos aspectos interesantes del recorrido por la fábrica.

Pude notar que esta fábrica tenia un protocolo bastante simple para sus visitantes, en general uno que se esperaría de cualquier fábrica. El aspecto débil es que los “guías” de esta visita que se denominaban “panaderos expertos” son más bien globales, es decir, no están capacitados para modificar las pláticas concebidas a los diferentes grupos que los visitan, no creo que sea culpa de la empresa, después de todo no es su trabajo recibir invitados, sin embargo, sí abogo por que sería interesante que puedan resolver las dudas en rangos más técnicos.

Al llegar al final del recorrido y entrar en esa ronda de dudas y respuestas que suelen tener las exposiciones, fue difícil saber qué se podía preguntar, después de todo, ese día el aspecto más sustancial para nuestro caso fue la observación de procesos industriales, y eso esta apenas de cerca de nuestro campo de estudio y algo lejos del objetivo de la materia por la que se hizo la visita en primer lugar. Aun así, se preguntó y de estas quisiera rescatar las más interesantes señalando primero que no hay un registro 100% fidedigno de lo siguiente, mas bien es, una suerte de fe en mi memoria.

1. ¿Qué productos exportan e importan?  La mitad de la harina requerida para el pan es producida aquí (en México), la otra mitad es importada, También un tipo de chocolate es traído de otras partes del mundo, al igual que la harina, no todo el chocolate. De esto podemos aprender que a pesar de México ser un país rico en territorio y tierra de cultivo, no llega a tener la autosuficiencia alimentaria que, si se puede ver en otros países más desarrollados, es entonces bastante sugestivo investigar que es lo que impide al país proveer a una industria nacional, los recursos necesarios para su producción.
2.  ¿Cuál es el costo de producción de, por ejemplo, un “nito”? Eso es un secreto industrial y no es posible responder la pregunta. Una vez más estoy limitado por mi ignorancia sobre procesos industriales, y no me atrevo a hacer una estimación del precio de producción, sin embargo, es natural deducir dos cosas a partir de su respuesta: i) la panadera experta no sabía la respuesta, tal vez por que esa información tampoco se les ha brindado a los trabajadores ii) el saber el costo real de producción provocaría una respuesta negativa entre nosotros como consumidores generales. Como sea son solo suposiciones y no cuento con herramientas para acusar a Bimbo de sobreprecio.
3. ¿Considera que Grupo Bimbo se maneja bajo un esquema de monopolio? No, no es un monopolio porque la empresa trabaja con diferentes proveedores y por tanto no es posible que se apodere [en su totalidad] del mercado. Es aquí donde yo empecé a tener dudas, momentos antes de esto se nos “presumió” que Grupo Bimbo era dueño de distintas marcas que en un principio se podría pensar, no tenían relación alguna. Incluso esos pequeños dulces que creo tienen una muy pequeña tasa de consumo en relación a otro tipo de productos, estaban comprados por el oso lleno azúcar glas. Pero el parteaguas de todo esto fue saber como el único competidor que en un principio tenia fue también comprado. Woonder México, fue adquirido por los Servitje en el 2007, quitándose de por medio a su competido directo al menos en el margen nacional.

Las instalaciones parecen estar adaptadas para que aquellos que entren se lleven la mejor cara de Bimbo, sinceramente no puse atención a si existía una entrada específica para trabajadores y otra para invitados, pero he de decir que el “lado que vi” era a todas luces un espacio de recreación, amplio, dónde se apreciaban bastantes propagandas del cuidado de la salud y del medio ambiente, sacando a relucir el aspecto más cuidado que considero yo, tiene la empresa: la responsabilidad social.

Pero (y que gran pero) nada de eso quita de lado que Grupo Bimbo esta cometiendo un pecado bastante tosco para nuestra época. Las prácticas monopólicas no son fieles a una competencia leal ni justa para los consumidores, especialmente tratándose de productos tan inelásticos en el país. Ser monopolio no implica controlar hasta aquellos proveedores de materia prima (a eso se le llamaría “colmo”), Grupo Bimbo es un monopolio viendo desde la perspectiva en que la competencia existente no es lo sufrientemente amplia para que los precios de los productos estén debidamente regulados. Si bien hasta ahora la empresa no ha sido señalada como abusiva en los precios, ese es precisamente uno de los pilares de la práctica monopólica (los precios impedirán la entrada de una nueva empresa) así como también lo es (muy evidentemente) la máxima em contra de la competencia que los monopolios han usado en diversos lugares “si no puedes con ella, cómprala”.

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