Y tú que pensabas que la tierra era inagotable...
Enviado por JDCaceres • 1 de Mayo de 2016 • Trabajo • 1.730 Palabras (7 Páginas) • 300 Visitas
Y tú que pensabas que la tierra era inagotable…
Hace poco tiempo, se pensaba que la Tierra era inagotable en sus recursos y que podíamos avanzar indefinidamente en la dirección del futuro, sin que nada cambiara, Sin embargo las fuertes crisis que hemos estado viviendo las últimas décadas nos han hecho pensar que la idea de una tierra inagotable, es ilusoria. Cada día el agua es más escasa, los calores más insoportables, los suelos más áridos, la comida más costosa, los seres más enfermos y las personas más inconscientes. Ciertamente no comprendo porque no cambiamos rotundamente el pensamiento consumista y voraz que tenemos. Realmente ¿Qué estamos esperando para cambiar? ¿Qué el mundo se nos venga encima?
Lamentablemente lo que estamos haciendo actualmente no ayuda al planeta sino que lo empeora, pues siempre estamos pensando es en términos económicos, buscando lograr el máximo beneficio con el mínimo de inversión y en el más corto plazo de tiempo posible. De lo que tenemos que estar conscientes es que esta idea egoísta y tacaña con nosotros mismos no nos va a llevar sino a la ruina y destrucción de nuestro propio hogar. Necesitamos ver la tierra como un miembro de nosotros, debemos ser sensatos y reconocer que si nuestro hogar está enfermo nosotros también lo estamos.
¿Tapamos el sol con un dedo?
A diario vemos las consecuencias de esta errónea idiosincrasia, pero aun así la ignoramos. A través de los medios de comunicación e incluso por medio de nuestros propios ojos vemos lo que hemos causado, pero aun así no le prestamos la mayor atención, puede ser porque no vemos las afecciones tan cercanas. Escuchamos por un lado y por otro sobre la desertización de las tierras fértiles y que por esto no se ha podido sembrar gran cantidad de alimentos, atendemos también sobre la deforestación y de que el 42% de las selvas tropicales ya han sido destruidas, nos alarmamos, nos sorprendemos, pero la verdad es que ¡no hacemos nada!, además sufrimos los conflictos generalizados, debido a las desigualdades sociales, por otra parte, percibimos el calentamiento de la tierra y las lluvias ácidas, también debemos convivir con la superpoblación con un crecimiento del 3-4% al año cuando la producción de alimentos solo aumenta un 1.3% ¿Qué quiere decir esto? Lo dejo al pensamiento del lector.
¿Acaso el sólo estar informados ayuda al cambio?
Creemos que el tener estadísticas e informes sobre lo que está sucediendo en la tierra, como el descongelamiento de los polos y las muertes en España debido a las altas temperaturas, va a hacer gran cosa, pero esto no es cierto, ¿De qué nos sirve saber que nos estamos destruyendo si no hacemos algo por evitarlo?
Lo que efectivamente debemos empezar a hacer es aplicar la ética en la vida, debemos asumir una postura ética frente al consumismo, las crisis ambientales y la responsabilidad con las generaciones futuras.
Frente al consumismo, hay una frase muy conocida y atribuida a Gandhi la cual dice: “la tierra es suficiente para todos pero no para la voracidad de los consumidores”. Y esto es realmente cierto, las personas nos hemos vuelto tan voraces al consumir que lo hacemos con cosas que son realmente inservibles, que son prácticamente “desechos de moda”.
¿Crees que el consumismo no tiene parte de la crisis?
El llamado aquí es para las empresas, pues estas son las que en muchas ocasiones por no decir en todas, crean necesidades para vender sus productos, aumentando así el consumo y por supuesto sus dividendos. ¿Acaso son necesarios para la vida los billones de productos que a diario se producen?
De las empresas también depende la tierra, puesto que según lo que ellas produzcan, la calidad de sus insumos y la cantidad de productos que ofrezcan, así serán los desechos y las consecuencias de los gases que ellos liberen cuando queden obsoletos. Lo que sería aconsejable en este caso para evitar grandes impactos y que se asuma una postura ética es que se implementen bienes y servicios más eficientes y menos contaminantes, lo que daría como consecuencia menos contaminación por parte de sus empaques y desechos. Un ejemplo de lo mencionado seria cambiar las botellas de plástico, las cuales tardan entre 100 y 1.000 años en descomponerse, liberando más de 132 sustancias tóxicas mientras lo hace, por empaques de cartón, que pueden ser reciclables y lo mismo podría hacerse con las bolsas de plásticos, reemplazarlas por bolsas de tela, cartón, papel, entre otros. ¿Sabías que una botella de plástico demora más de 500 años en descomponerse si está enterrada? Y nosotros que enterramos la basura “para que se descompongan las cosas más rápido”. También sería el reciclar insumos, no solo los empaques, podemos hacer campañas de recolección de llantas, de tal manera que se vuelvan a usar ya que este material es muy contraproducente. O por otra parte implementar el sistema fotovoltaico de luz solar para que las empresas que tanto utilizan este recurso, lo hagan de manera natural y con un gran ahorro, hay que pensar que va a ser una inversión que pronto se recuperará, hay que erradicar el pensamiento de ¡ahora no tengo dinero para eso!
Algo más que se podría implementar, seria insumos sin químicos. Recordemos como era la vida hace unos años atrás, sin tantas enfermedades, sin tantas muertes por cáncer, por desnutrición, por infartos. ¿Cuál era su secreto? En estos momentos se especula es era por su buena alimentación, porque no se ofrecían tantos “comestibles tóxicos”, irónica la palabra ¿No crees? Pero es totalmente cierto “somos lo que comemos” y si en todas nuestras comidas están estas sustancias gracias a su bajo costo, ¡Qué podemos esperar que haga en nuestro cuerpo y en nuestra tierra!
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