Ética y burocracia en Trabajo Social
Enviado por prasuw • 16 de Abril de 2018 • Tarea • 1.091 Palabras (5 Páginas) • 558 Visitas
Ética y burocracia en Trabajo Social
La ética del Trabajo Social está fuertemente marcada por la burocratización de los Servicios Sociales y como consecuencia de ello, la calidad del servicio se ha visto perjudicada debido, en gran medida, a la tendencia deshumanizadora de la lógica burocrática-administrativa.
Considero que el pilar fundamental del Trabajo Social es el usuario y la relación que se establece entre éste y el trabajador social. Sin embargo, en la práctica profesional existe la tendencia de anteponer las obligaciones que se tienen como empleado sobre las obligaciones profesionales, es decir, el ejercicio de la profesión no está únicamente sujeta a principios éticos y deontológicos, sino que se rigen por las normas, principios y códigos de las instituciones para las que se trabaja.
Las normas institucionales a menudo se presentan como un laberíntico entramado burocrático deteriorando así las actuaciones profesionales, hasta el punto, de crear "una barrera" entre el usuario y el trabajador social. De esta forma, el trabajador social se convierte en alguien que sigue las normas institucionales y se limita a actuar de forma pautada y estandarizada dentro de unos datos cuantitativos llenos de números y faltos de cualidades que expliquen la situación de necesidad de los usuarios, perdiendo así la atención e intervención individualizada. Además, esto se ve acentuado debido a que, por lo general, las instituciones ejercen presión para que la intervención sea lo más rápida posible (dando lugar a la mecanización de las actuaciones del trabajador social). El trabajador social se convierte, de este modo, en una especie de “muro de contención (y control)” del malestar social alejando su trabajo de los verdaderos dilemas éticos.
Aparte de la despersonalización del trato del trabajador para con el usuario, la burocratización del Trabajo Social también da lugar a violencia metafísica, violencia paternalista y violencia antipaternalista que, en líneas generales, son los efectos negativos de la actuación profesional altamente burocratizada que se manifiesta en conductas mecánicas, acríticas y obedientes.
Ante esta situación surge un conflicto ético pues por un lado el profesional sabe lo que es éticamente correcto pero al mismo tiempo conoce las consecuencias de no cumplir con las pautas y normas impuestas por la institución en la que trabaja. Y así el Trabajo Social resulta una profesión frustrante puesto que las tareas de ayuda se mueven y se ven condicionadas más por la burocracia que por la vocación profesional. En el otro extremo, por el contrario, se encuentran quienes terminan anestesiados por los procesos de burocratización y justifican esa condición del Trabajo Social como algo intrínseco y necesario de nuestra profesión. Es más, todos aquellos profesionales que van más allá de lo establecido por la lógica burocrática y no cumplen con lo que se les ordenan terminan perdiendo.
Por lo tanto, el conflicto entre las funciones de ayuda y control son uno de los principales dilemas a los que debe enfrentarse los trabajadores y trabajadoras laboralmente ubicados en la administración pública. También habrá casos en los que ambas funciones (ayuda y control), irán estrechamente ligadas dificultando la construcción de una relación basada en la confianza y el respeto entre el profesional y el usuario. Un claro ejemplo serían los casos en los que se condiciona la concesión de una ayuda económica en función del cumplimiento de una serie de obligaciones que la persona debe realizar y que, al fin y al cabo, presionan al usuario ante la posible denegación de dicha ayuda.
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