Еl aborto inducido es una práctica inmoral

1.- El Ser Humano se da desde el momento en que el espermatozoide y ovulo se unen, dando como resultado el cigoto que, a su vez, está ya informado con los atributos de su naturaleza o esencia humana y es precisamente por esto que la iglesia se opone al aborto en la medida que trunca y cercena un proceso que, si se mantiene en óptimas condiciones, desembocaría en una persona plena, porque ya contiene en germen dicha esencia ontológica y es por éstas afirmaciones que la moral nos obliga a respetar dicho ser en sus diferentes estadios y manifestaciones, es decir, siempre que hay esencia humana no se puede quitarle la existencia. De éste modo podemos asegurar que el aborto inducido es una práctica inmoral.

2.- Suele faltarnos mucho la percepción de lo que escapa a lo constatable empíricamente, es decir, se nos escapa fácilmente entitativo, ontológico o –con esa palabra tan temible y vilipendiada- metafísico. Necesitamos ver más allá de lo que nuestros ojos pueden percibir, más allá de lo tangible y, aunque el feto en formación no parezca o no manifieste en su totalidad tener en acto la esencia humana, dicha esencia ontológica, está allí y la tiene en potencia y, además, es por eso que no solo hemos de hablar del feto como persona potencial sino también como persona actual. Cabe mencionar que la existencia puede ser tan imperfecta o limitada que no llegue a darle toda su fuerza a la presentación de la esencia humana, sin embargo, si se tiene la percepción ontológica de la naturaleza humana en el feto, a pesar de su constitución dinámica según el proceso existencial de su actualización, el aborto no se puede permitir. Es de este modo que podemos inferir que el aborto inducido es un practica inmoral.

4.- Hay un momento en el proceso de gestación en el que, el feto, reúne ciertas condiciones haciéndolo perteneciente a la naturaleza humana. Dicho momento es, para la iglesia, cuando el ovulo fecundado es implantado en el útero, entonces, aceptamos que hay allí un individuo humano, ya que, como se dice, “el Hombre engendra al Hombre”. Por consiguiente, si la palabra “hombre” designa rígidamente a la clase de los hombres en todo mundo posible, no puede haber un momento en tal proceso de dichas entidades en que, siendo ellas mismas, no pertenezcan a esa naturaleza propiamente humana, con esto queremos decir que, ya se trate de un ser humano que comienza la vida, con un proyecto por delante, o bien, se trate de una persona que acaba la vida, toda llena de realizaciones o incluso, de un individuo pleno en su madurez, en cualquiera de estos casos, estaremos siempre hablando de un Ser Humano y sin temor a equivocarnos, siempre será un asesinato quitarle la vida. De esta manera, el hombre sería persona en todo momento de su vida, y con el rechazo del aborto no queremos decir que es malo matar personas potenciales, sino que veremos al feto como una persona sin más, es decir, teniendo ya la naturaleza

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