HISTORIA DE LA DANZA DE ARRIEROS
Enviado por Ariel Ordóñez Núñez • 11 de Abril de 2016 • Ensayo • 2.269 Palabras (10 Páginas) • 1.402 Visitas
HISTORIA DE LA DANZA DE ARRIEROS
a) El nacimiento de la danza de arrieros
La danza de arrieros es creación de una persona no bien identificada pero con mucha inteligencia, quien por medio de la danza quiso hacer recordar los tiempos cuando los mexicanos no poseían ni un pedazo de tierra para trabajar, mientras todos los hacendados, en su mayoría extranjeros, que tenían amistad con los líderes o autoridades nacionales, podían tener cuanta tierra quisieran.
Hasta que surgió la revolución Mexicana despojando a los hacendados y repartiendo las tierras a los campesinos mexicanos, desde entonces la tierra es de quien la trabaja.
Los últimos arrieros que se vieron fue en los años 1925 y 1940, después de la revolución mexicana; ellos transportaban los productos que en las haciendas cultivaban o producían.
Algunas de estas personas eran nativas de Ocoyoacac y transportaban a la Ciudad de México en diversos lugares como: Tacuba, Tacubaya, Mixcoac y San Ángel; podemos recordar nombres como: José Carmen Alcántara, Feliciano Alcántara, Placido Puebla, Valente Lima, Rafael Rosales y algunos más; todos del pueblo de Tepezoyuca según datos de algunos ancianos.
Es importante aclarar que no se sabe con exactitud quién, cuándo o dónde se fundó la danza de los arrieros, solo dicen que en el pueblo de la Asunción Tepezoyuca se formó una cuadrilla que bailaba la danza de arrieros entre 1885 y 1890, se bailaba el día que le hacían honores a la Virgen de la Asunción de María, los días 15 de agosto de cada año, y que prevalece hasta nuestros días.
LA DANZA DE ARRIEROS: ORIGEN Y SIGNIFICADO.
Esta danza representa la vida de las personas que vivieron en tiempos del porfiriato (1876 – 1910) época dorada de las haciendas en México; que a pesar de las grandes riquezas que en ellas se lograban solo algunos, los hacendados eran quienes las gozaban, los indígenas contrariamente eran fuertemente explotados y discriminados. Esta discriminación se reflejó no sólo en sus jornales, sino en todas las condiciones de existencia. Los campesinos fueron la clase social más desprotegida. Sufrieron del despojo de sus tierras como consecuencia de la Ley de Baldíos, la obra de las compañías deslindadoras y la política del Porfiriato, transformándose en peones asalariados dentro de sus antiguas pertenencias; ganaban salarios de hambre; se les obligaba a comprar en las tiendas de raya; pasaban de mano en mano entre los hacendados quienes les propinaban castigos escandalosos a la menor protesta; así “La hacienda significaba una vivienda y un modo de vida. En condiciones que permitían solo pequeños márgenes entre el ingreso y el sustento, la hacienda era una institución de crédito que permitía a los indígenas retrazarse libremente en sus obligaciones financieras sin perder su empleo ni incurrir en castigos” (Jarquín, 1995, Pág. 59).
Para la comercialización, el patrón o amo de la hacienda hacía transportar toda la mercancía en recuas de animales de carga; acémilas y burros, caminando largas jornadas por territorios nacionales, atravesando bosques, llanos y barrancas, sufriendo las atrocidades del tiempo: sol, viento, lluvia, frío; teniendo sus parajes donde pasaban la noche. En dichos trayectos cruzaban lugares peligrosos donde la presencia de ladrones era muy común y asaltaban a los grupos de viajeros quitándoles mercancía, animales o dinero; muchos de ellos por defenderse perdían la vida, los que quedaban vivos se organizaban y seguían la huella de los ladrones sorprendiéndolos y recuperando lo perdido. En ocasiones colgaban a los ladrones por su mala acción.
A estos viajeros se les dio el nombre de Arrieros por ser quienes arreaban a las bestias de carga.
Todo esto ocurrió en los tiempos donde los medios de transporte eran incipientes, recordemos que el ferrocarril apenas comenzaba a tender sus rutas; y no había otro medio de transporte, solo animales guiados por un grupo de arrieros.
Existieron varios grupos de arrieros pues cada hacienda tenía sus trabajadores y de estos salían los grupos dedicados a esta labor. Cabe aclarar que eran solo hombres quienes integraban los grupos pues no admitían mujeres por el peligro y el sufrimiento de su recorrido.
De este historial nace la danza de los arrieros del pueblo de Ocoyoacac pues sus habitantes trabajaron en las haciendas que rodeaban al pueblo como las hacienda de Tescalpa y Jajalpa.
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EL REGLAMENTO
En la danza de arrieros, existe un reglamento el cual se debe respetar porque es indispensable en sus actividades tanto dancísticas como en la vida de las haciendas, se representan los números siguientes:
a) La llegada o entrada de corral
Se manifiestan los arrieros que llegan al lugar en donde van a rendir homenaje a la imagen (dependiendo del lugar donde se presentan y lógicamente la imagen o patrón del mismo).
Los trabajos de la arriería se representan cuando llegaban a distintos lugares donde vendían la mercancía que transportaban y desde luego dan cuenta, también del lugar o la hacienda de procedencia. En este número se interpreta un canto
b) El primer diálogo
Es un diálogo entre el patrón y el mayordomo que era el de mayor confianza en toda la hacienda, para que él se encargara de traspasarle las órdenes a las personas indicadas según el trabajo que se pedía, en este caso, se dirigían a los cargadores para que éstos descargaran el atajo.
c) La descargada.
El número de la descargada es un jarabe que se baila en círculo; en el transcurso de éste se descargan todos los animales que llevan los arrieros para su presentación. El primer animal lo descarga el patrón y su mayordomo y es la mulita consentida, todos los demás animales los descargan los cargadores.
d) La desemparejada
En este número el patrón se dirige nuevamente al mayordomo, para que ordene a los sabaneros, que les quiten a los animales todos los arreos o aparejos.
Del mismo modo que la descargada, al tiempo que se baila el jarabe, los sabaneros le quitan los aparejos a todos los animales.
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