Historia De La Danza.

Introducción

La danza ha formado parte de la humanidad desde tiempos muy remotos, tal así lo demuestran las pinturas rupestres encontradas a lo largo y ancho del mundo. Los murales más antiguos registrados llegan hasta los 10,000 años de edad, donde se muestran lo que aparentan ser procesos de rituales y figuras danzantes. Esto nos puede dar una idea de la importancia de la danza en la antigüedad. Se podría decir que utilizaban a la danza para celebrar desde los cambios de estación hasta el movimiento de las nubes, hacían rituales para los nacimientos, las muertes y hasta la reencarnación. Explorando sus cuerpos y conociendo sus movimientos, limitaciones e infinitas posibilidades, agrupándose o por separado. En el inicio de esta historia en Europa, se utilizaba para incluirse dentro de los cultos de la Iglesia Católica. En este trabajo se explorarán los orígenes de la danza desde tiempos remotos, se explicarán los detalles de cada una de las fases de esta rama artística, describiendo cómo nació de una necesidad de expresarse y exponer una necesidad. Se explorarán los materiales, significados, vestuarios y orígenes de las distintas expresiones cinéticas. Personalmente estoy decidido a inclinarme a la rama musical, pero considero este trabajo como una oportunidad de entender el surgimiento de los primeros ritmos, pues se sabe que la música y a danza van de la mano. Antes de realizar este escrito no conocía mucho del origen exacto de la danza, no podía identificar cuando las danzas rituales se convirtieron en ballet, al final espero estar más relacionado con la historia. Esta historia comienza precisamente en Egipto, evidencia de este se tienen los jeroglíficos que dejaron, Sin más preámbulos, comenzará este trabajo apegado al inicio de la danza en los rumbos occidentales del mundo. Anexo a esto, se encuentran las civilizaciones griega y romana, donde nació la danza como una necesidad de expresarse a sus dioses dentro de celebraciones, cultos o hasta “peticiones”. Se harán además algunos comentarios del transcurso de la danza en México y América Latina, ya que se conoce que los rituales indígenas incluían movimientos grupales a ritmo de instrumentos que hoy en día prevalecen como instrumentos mexicanos, como la marimba, la sonaja y los tambores de barro prehispánicos.

Contenido

Según mi investigación, no se puede conocer un origen exacto de la danza, pero sí se puede empezar esta historia con las civilizaciones egipcia, griega y romana, que a través de sus legados nos han dejado un panorama abierto de cómo nació este bello arte.

Remontándonos a Egipto, las danzas ceremoniales fueron instituidas por los faraones como un método de “abrir” las ceremonias que representaban la vida, la muerte y la reencarnación del dios Osiris. Estás fueron subiendo de complejidad con el paso del tiempo, al punto en que sólo podían ser ejecutadas por profesionales.

Pasando a Grecia, la influencia y costumbre de la danza en sí fue llevada por los filósofos que viajaban de Egipto a Grecia para ampliar sus conocimientos. Platón fue un gran portador de estas influencias, fue un importante teórico y valedor de la danza griega. Incluso se podría decir que los rituales de los dioses y diosas del Panteón Griego son el origen del teatro contemporáneo actual, pero eso tema será tocado en otro ensayo.

Prosiguiendo con Grecia, Dionisio, encargado de ser el dios del vino y la embriaguez era el centro de las celebraciones realizadas por mujeres en conjunto escondidas en las montañas, exaltando por supuesto el vino y la embriaguez. Sus danzas incluían música y mitos que eran representados por bailarines y actores entrenados. A lo largo del tiempo, en el siglo V para ser exacto, la danza ya era parte de la escena social y política de la antigua Grecia.

Ahora concentrándonos en Roma, la aceptación de la danza por parte de los poderes públicos fue decayendo, tuvo que pasar hasta el año 200 a.C. para formar parte de las procesiones, festivales y celebraciones. Aún esto, todas las escuelas de danza fueron cerradas alrededor del año 150 a.C. esto debido a que la nobleza romana creía que esta actividad era “sospechosa” e incluso “peligrosa”. Sin embargo, esto no detuvo nuestro hermoso arte, que bajo el mandato del emperador en turno, Augusto (63 – 14 a.C.) vio nacer la danza que actualmente conocemos como pantomima, mejor conocida como mímica que básicamente se trata de establecer una comunicación sin palabras, utilizando únicamente gestos y movimientos (cosa que no es para nada fácil). A la larga esto se convirtió en un lenguaje no verbal muy práctico en Roma, una de las ciudades más multiculturales de en esa entonces. Sin embargo, cuando el imperio Romano fue cristianizado, comenzó una nueva era en la que el cuerpo, la sexualidad y la danza fueron unidas, causando un río de controversias y conflictos.

Mientras tanto en nuestro continente, los mexicas bailaban sus rituales hacia sus dioses, exaltando los movimientos grupales. Sus movimientos tenían significados independientes, por lo que se podría decir que sus movimientos transcritos significarían una ofrenda a su dios Quetzalcóatl.

Pasando ahora a la Edad Media, la relación entre la iglesia y la danza pasaba momentos difíciles, siendo anexadas ambivalentemente. Cierta parte de la iglesia rechazaba la danza por ser una fuente de permisividad sexual, mientras que por otro lado, la misma Iglesia intentaba incorporar las danzas propias de las tribus cercanas en los cultos cristianos, incluso celebrando el fin del invierno al ser el inicio de la fertilidad de primavera. En el siglo IX Carlo Magno hizo un intento fallido de prohibir la danza, pero esto no detuvo la costumbre. La danza continuó siendo parte vital de los ritos religiosos europeos, siempre cambiando de nombres, y propósitos.

Durante

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