MEJORA ETICA DE DIRECTIVOS Y EMPLEADOS: ¿QUE PUEDE HACER EL GOBIERNO DE LA EMPRESA?
Enviado por Xnekea1 • 26 de Octubre de 2015 • Ensayo • 1.854 Palabras (8 Páginas) • 107 Visitas
MEJORA ETICA DE DIRECTIVOS Y EMPLEADOS: ¿QUE PUEDE HACER EL GOBIERNO DE LA EMPRESA?
Importancia de las virtudes morales en la empresa
- Proporcionan un carácter maduro y firme: Las virtudes son fuerzas o energías interiores que caracterizan a una persona, dándole libertad para actuar bien. Al actuar mal se generan hábitos negativos o vicios que de algún modo disminuyen la libertad para actuar bien. Así ocurre con el vicio de la avaricia o codicia, con la soberbia, que lleva a una disposición habitual de no escuchar y aun de despreciar los pareceres ajenos; o con la pereza, que impide hacer lo que se debe, y así otros muchos cuya incidencia en la actividad empresarial es evidente
- Ayudan a tomar y ejecutar decisiones con sabiduría práctica:
La toma de decisiones y su implantación son parte importante de la actividad empresarial. Las diversas decisiones que se toman en la empresa, ya sea a alto nivel jerárquico (estratégicas), a nivel intermedio (tácticas) o a bajo nivel (operativas), requieren algo más que ponderaciones cuantitativas o balances entre ventajas e inconvenientes. La imposibilidad de conocer con precisión cómo serán las alternativas, la razón práctica determine lo más adecuado para el sujeto sin limitarse a cálculos, en efecto, la razón práctica, tiene capacidad de descubrir lo que es mejor entre varias opciones, por encima de consideraciones parciales, atendiendo a la bondad de la acción.
De este modo se llega a una certeza suficiente para decidir (certeza moral). La razón práctica actúa tanto mejor cuanto más se ha desarrollado la virtud de la prudencia, llamada también sabiduría práctica. La prudencia ayuda a la razón práctica en tres aspectos: En la deliberación acerca de lo que se va a hacer y de los medios para lograrlo; en el juicio para elegir la alternativa más adecuada y, sobre todo, en la ejecución, realizada en el momento oportuno, sin retrasarse ni precipitarse. La prudencia predispone, pues, a hacer buenos juicios morales y a actuar con diligencia en el momento oportuno. La prudencia, junto con las demás virtudes morales, tiene particular importancia en las nuevas formas organizativas donde hay mayor libertad y autonomía para tomar decisiones y para ejecutarlas.
- Favorecen el liderazgo empresarial
Está generalmente admitido que para ser un buen directivo se requieren no sólo dotes de estratega o de organizador, se necesita también capacidad de conducir a otros, esto es, liderazgo. Podemos descubrir la importancia de las virtudes en el liderazgo a partir de una experiencia universal. La justicia. Dar a cada uno lo que le corresponde, que es el objeto de la justicia, favorece la confianza, la armonía y la cooperación, ser un directivo justo es bastante más que ser un directivo que hace actos justos. Ser justo significa haber adquirido la virtud de la justicia y, por ello, actuar habitualmente de modo justo con prontitud, facilidad y agrado. El directivo lidera más por lo que es que por lo que dice.Las virtudes, dan continuidad a la acción contribuyendo a evitar actuaciones incoherentes con las declaraciones de principios. El líder con virtudes difiere del sugestionador que utiliza técnicas psicológicas para manipular a sus subordinados y convertirlos en sus seguidores. Que son imitados. La imitación supone evaluación y aceptación del modo de actuar de otros, no por sugestión de nadie, sino por uno mismo.
- Contribuyen a mejorar la cultura empresarial
La cultura empresarial es una realidad fácil de percibir, aunque difícil de definir, la cultura es un fenómeno profundo, de compleja y difícil comprensión, pero «vale la pena esforzarse por entenderla, dado que mucho de lo que hay de misterio e irracional en las empresas se esclarece una vez alcanzamos este objetivo» las virtudes son parte de la cultura Podría afirmarse que las virtudes de quienes forman la organización son como el motor de la cultura organizacional. Las virtudes favorecen el compromiso y la unión dentro de las organizaciones.
Mejora de la calidad ética en la empresa
La preocupación por el desarrollo humano de directivos y empleados, y por consiguiente el fomento de sus virtudes morales, ha de ser prioritaria en el gobierno en la empresa. La cuestión que ahora surge es ¿Cómo hacerlo? a primera vista, se diría, pues, que la empresa no es un lugar apropiado para adquirir virtudes. Sin embargo, en la empresa las personas actúan y toda acción va generando cierta facilidad para repetir acciones parecidas. De este modo, la repetición de actos semejantes da lugar a rutinas operativas. En una palabra, hay «aprendizaje». No sólo en conocimientos, sino también en acciones de tipo operativo que se manifiestan en destrezas y habilidades profesionales y directivas. Las virtudes humanas, y en general todos los hábitos operativos, se adquieren y aumentan por repetición de actos semejantes. Pero no todos los hábitos operativos son virtudes. Para que haya virtud moral se ha de actuar de modo deliberado y libre, y por razón del bien que se realiza con la acción. La virtud exige no sólo realizar algo bueno, sino que la obra buena ha de ser querida y seleccionada precisamente en razón de que es buena (intención recta). La virtud moral no puede concebirse como mera costumbre o consolidación habitual de un tipo concreto de acción, sino como la capacidad de elegir con facilidad y prontitud lo correcto en cada caso desde la perspectiva del bien global de la persona. Las habilidades profesionales y los hábitos operativos no virtuosos considerados como «costumbres» (hábitos operativos adquiridos sin elección del bien) pueden emplearse con diversa intención (buena o mala). En cambio, las virtudes morales sólo pueden emplearse para actuar bien. La virtud moral exige libertad. Sólo se adquieren virtudes morales mediante actos de libertad del agente. Las virtudes han de ser adquiridas por cada uno. No obstante, un entorno humano adecuado puede facilitar o dificultar la adquisición de virtudes. Ahora bien, ¿cómo ha de ser este entorno para ayudar a desarrollar virtudes? la génesis de la virtud y la educación moral que requiere no son posibles si no es en una comunidad humana unificada por una concepción de la vida buena, por una “visión”, Si esto es así, y suponiendo que haya empresas que puedan considerarse tipos de «comunidad humana unificada», hay que concluir que estas empresas son un lugar idóneo para desarrollar virtudes morales. Se puede alegar, y con razón, que no todas las empresas son plenamente unas comunidades humanas unificadas por una concepción de la vida buena, la adquisición de virtudes en otras comunidades humanas, también la comunidad empresarial, en determinadas condiciones, podrá favorecer el desarrollo de las virtudes de quienes pertenecen a ella.
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