Reconfiguraciones identitarias entre los jovenes gays de Guadalajara
Enviado por claugles • 25 de Noviembre de 2015 • Examen • 6.161 Palabras (25 Páginas) • 322 Visitas
TEMA:
Reconfiguraciones identitarias entre los jóvenes gays de Guadalajara a partir de la aceptación de su condición
INVESTIGADOR:
CLAUDIA CRISTINA GONZÁLEZ ESCOBAR
UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA
RESUMEN
Esta investigación pretende de alguna manera contribuir a mostrar desde lo social, como se llevan a cabo los procesos de reconstrucción identitaria en hombres y mujeres jóvenes homosexuales, tras la aceptación de su condición. Lo que comúnmente se denomina “salida del closet”, así como sus implicaciones en su entorno social inmediato, ubicados en Guadalajara. Con el propósito de generar más líneas de investigación sobre el tema y contribuir al conocimiento del fenómeno entre los jaliscienses e impulsar la generación de nuevos organismos de apoyo a la juventud tapatía en su amplia diversidad cultural.
ALUMNO: CLAUDIA CRISTINA GONZÁLEZ ESCOBAR
2° C SEMIESCOLARIZADO
5 DE DICIEMBRE DE 2012
PRESENTACIÓN Y JUSTIFICACIÓN DEL TEMA
El interés en la presente investigación, es el resultado de mi acercamiento profesional a las prácticas sexuales diversas, a partir de laborar en la Comisión Estatal de Derechos Humanos en Jalisco (CEDHJ). Lo anterior me permitió el contacto con distintos individuos reconocidos como gays y mi involucramiento en organismos a favor de los derechos de las personas con esta orientación sexo afectiva, y ello generó mi interés en está la línea de investigación en el ámbito de lo social.
Numerosos estudios acerca de la homosexualidad se centran principalmente en cuestiones históricas para dilucidar desde que época existe este comportamiento, y quienes fueron más prolijos, ¿los griegos o los romanos? Otros analizan si es un comportamiento que se adquiere o es genético, si es de índole psicológica, moral, social o médica. Ocasionalmente desde una mirada fría, mecanizada y de forma simplista; olvidando que hay factores diversos que ante todo, se vivencian.
Hablar de homoerotismo[1] es un tema para muchos desconocido, o visto como una realidad lejana a ellos. Las prácticas homoeróticas han sido catalogadas como prácticas sexuales “anormales” en las sociedades de la cultura occidental. En general la homosexualidad masculina y femenina, como otras conductas sexuales no reproductivas como la prostitución, el autoerotismo y las relaciones antes y fuera del matrimonio, han sido condenadas, y quienes la practican, estigmatizados[2], generalmente vinculando al homosexual en conductas o prácticas que son rechazadas socialmente.
Aquí lo que se pretende es no centrarse en el término homosexual concretamente sino en la orientación sexo-erótica y las conductas sociales y culturales que dicho término implica, en tanto realidades, y experiencias de vida. Una realidad, que se construye así es la identidad homosexual, y desde ésta la necesidad de reconocerse o “salir del closet” y hacer referencia a esa identidad.
ANTECEDENTE DEL TEMA.
Acerca de la identidad
Las identidades son construcciones simbólicas que involucran representaciones y clasificaciones referidas a las relaciones sociales y las prácticas, donde se juega la pertenencia, la posición relativa de las personas y los grupos en su mundo. Desde esta perspectiva cada individuo, durante su vida social y biológica, configura una identidad de género que contiene los símbolos sancionados socioculturalmente de lo que significa haber nacido hombre o mujer.
Los modelos identitarios no heterosexuales, construidos en México a partir de las prácticas sexuales, deseo, erotismo y relaciones de amistad y afectivas, son complejos; surgen en contextos urbanos como procesos de identidad colectiva[3]. Si hacemos referencia a la identidad gay construida desde estigmas múltiples como “enfermos”, “pecadores”, “degenerados”, “desviados”; (y lista podría ser mayor), resulta así que la identidad se conforma entonces en la interrelación entre el mundo social, la subjetividad, y el universo simbólico[4] .
La sociedad mexicana ha encontrado distintas formas de nombrar a quienes reproducen culturalmente identidades basadas en prácticas no heterosexuales. Lo anterior lo vemos reflejado en el lenguaje, donde se han construido distintas etiquetas sociales; (“jotos”, “maricones”, “mayates”, a contrapartida de las identificaciones como “homosexuales” o “gays”). Los actores sociales coexisten con estas identidades, algunos las hacen suyas, las reivindican o las desechan generando un sentido de pertenencia o incluso de negación, lo que se experimenta como realidad exterior o como algo interior a la conciencia del individuo.
La identidad es un proceso relacional que se erige como la manera desde la cual nos posicionamos a nosotros mismos, y partir de ahí construimos una forma de acción sobre el mundo,[5] que supone la originalidad que la distingue sobre otras identidades[6]. Este también es el caso de la identidad gay.
Salir del closet
El asumir y vivir coherentemente con la identidad gay es lo que se conoce como salir del closet Herrero Brasas menciona que salir del armario no es de manera tajante, ya que se sale y se entra de manera constante, esto es, conforme un gay o una lesbiana conocen a distintas personas, y toman la decisión de revelar su orientación sexo afectiva[7] es decir, que tienen “muchas” salidas del closet. Lo mismo considera González Pérez en su libro Travestidos al desnudo[8].
Una definición que se menciona en la Guía de recursos para salir del closet[9] por parte de un joven homosexual, me parece más acertada para este caso y dice: “salir del closet es identificarse uno mismo como gay, lesbiana, etcétera.” Lo define como un proceso que es relevante para uno mismo. Yo parto de que hay una única salida del closet, que es individual; al aceptarlo y asumirse como homosexual, reconfiguran su identidad, (las “salidas” que refieren los autores anteriores) siendo esto lo que percibe el entorno, al interactuar socialmente con los demás.
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