VALORACIÓN ECONÓMICA Y ECOLÓGICA DE LOS MANGLARES EN MÉXICO Y LA REPERCUCIÓN DE LA PRODUCCIÓN PESQUERA
Enviado por aronchupa1234 • 26 de Mayo de 2017 • Informe • 4.878 Palabras (20 Páginas) • 361 Visitas
VALORACIÓN ECONÓMICA Y ECOLÓGICA DE LOS MANGLARES EN MÉXICO Y LA REPERCUCIÓN DE LA PRODUCCIÓN PESQUERA
Tania Rivera Martínez, México. (1)
1División de Ciencias Forestales. Universidad Autónoma Chapingo. Carretera México – Texcoco. Km 38.5. Chapingo. Estado de México. C.P. 56230. (taniali1297@gmail.com).
INTRODUCCION
En una situación de evidente sobreexplotación de los recursos marinos, la acuicultura se ha presentado a menudo como el remedio capaz de resolver la creciente demanda de pescado y camarón de una población también en aumento; con la expansión de esta industria, la tendencia ha sido enfocada en la intensificación de los métodos de producción y el cambio de uso de suelo para viviendas, establecimiento de sitios industriales, para el transporte, el esparcimiento, así como depósito de residuos y todo tipo de usos. Todo ello ha tenido efectos muy negativos sobre el medio ambiente y ha provocado pérdidas económicas inmensas ya que se olvidan de la interconexión que existe entre los seres humanos y los ecosistemas costeros los cuales brindan refugio a alrededor del 55 por ciento de la población mundial(FAO 2005); estos ecosistemas en las regiones tropicales y sub-tropicales incluyen los arrecifes de coral, los manglares y las praderas submarinas, que se cuentan entre los sitios más ricos del mundo por su biodiversidad biológica y productividad primaria. Globalmente, los dos tercios aproximadamente de los peces capturados dependen de los ecosistemas costeros en diversas etapas de su ciclo de vida.
Los ecosistemas de los manglares son únicos, especiales y vulnerables en virtud de su existencia, biomasa y productividad ya que aporta importantes beneficios a decenas de millones de seres humanos residentes alrededor de los trópicos y los sub-trópicos los cuales dependen de los bosques de manglares ya que constituyen una fuente de madera para calefacción, de carbón, de madera para construcción, y otros productos no maderables. También prestan bienes y servicios a la silvicultura y la pesquería, contribuyendo a la protección del litoral de las inundaciones y los fenómenos de erosión, protegiendo las vidas y los ingresos de un número incalculable de personas y siendo particularmente importante en cuanto a la atenuación de los efectos del cambio climático y la seguridad alimentaria para las comunidades locales. (UNESCO, 2016). Es por ello que la conservación de los manglares sea esencial para el flujo económico, y el estudio de las estimaciones detalladas y confiables del valor verdadero de estos ecosistemas sea de suma importancia, sobre todo para revertir la pérdida radical de los bosques del manglar, cabe mencionar también que la conservación de estos ecosistemas permite sobrevivencia de dos otros ecosistemas tropicales mayores; los arrecifes de coral y las praderas submarinas. (FAO, 2005)
OBJETIVO GENERAL
Hacer una valoración económica y ecológica detallada y confiable que permita cuantificar o dimensionar el valor que aportan los manglares a México y con ello llevar a cabo estipulaciones sobre las repercusiones que implican la pérdida de superficie de este ecosistema.
OBJETIVOS PARTICULARES
Conocer la superficie de manglar a nivel mundial y República Mexicana y el área de perdida en los últimos años.
Conocer el valor económico de los beneficios que ofrecen los manglares sin contar los recursos pesqueros y conocer el valor económico de los recursos pesqueros.
Hacer un análisis sobre el valor en términos monetarios que puede perderse si la superficie de manglares disminuye y las repercusiones que ha tenido la producción pesquera.
METODOLOGÍA
Este estudio se basa en la valoración económica y ecológica de los manglares en México tanto para los servicios eco sistémicos como de algunos de los recursos pesqueros para la alimentación humana que tienen su existencia gracias mayormente a las zonas de manglar.
En primer lugar se realizó un estudio descriptivo de los manglares a nivel mundial y República Mexicana con base en la recopilación bibliográfica, para la obtención de información sobre su extensión e importancia.
Los manglares son una formación vegetal leñosa, densa, arbórea o arbustiva de 1 a 30 metros de altura, compuesta de una o varias especies de mangle y con poca presencia de especies herbáceas y enredaderas. Las especies de mangle que lo componen son de hoja perenne, algo suculenta y de borde entero, se identifica por sus raíces adventicias que salen de los troncos y ramas. (CONABIO, 2006)[1]. Estos permiten el descanso y anidación de diversas especies como aves migratorias, garzas, algunas especies consideradas Sujetas a Protección Especial (NOM-059 SEMARNAT-2001) como la aguililla negra (Buteogallus anthracinus), el gavilán caracolero (Rostrhamus sociabilis), la cigüeña o garzón (Mycteria americana), el vireo manglero (Vireo pallens) y el tecolotito manglero (Megascops cooperi) también frecuentan y anidan el manglar (CONABIO, 2009). Además, sobre las ramas de los manglares viven varias especies de iguanas consideradas en la categoría de Especies Amenazadas (Ctenosaura pectinata, C. quinquecarinata, Ctenosaura similis) o Sujetas a Protección Especial (C. acanthura, C. hemilopha e Iguana iguana). En el suelo acuático y terrestre del manglar viven los cocodrilos de río (Crocodrylus acutus), especie también Sujeta a Protección Especial. En la parte terrestre, varios mamíferos incluyendo mapaches (Procyon lotor), coatíes, monos y jaguares utilizan este ecosistema (DOF, 2002).
A nivel internacional, según la UNESCO, la superficie global de los manglares disminuyó de 18.8 millones de hectáreas en 1980 a 15.2 millones en 2005, la FAO consideró que las principales causas de la destrucción de los manglares son la alta presión demográfica, la cría de peces y camarones en esas áreas, la agricultura, las infraestructuras en general y el turismo, además de la polución y los desastres naturales. Además, acotó, ha habido una disminución en el ritmo de pérdida de manglares: de unas 187 mil hectáreas destruidas anualmente en la década de 1980 a 102 mil hectáreas anuales entre 2000 y 2005, lo cual refleja una mayor conciencia del valor de estos ecosistemas.[pic 1]
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