A los números escritos con cifras les corresponden designaciones orales que tienen sus propias reglas. Si escribimos 648 no leemos “seis, cuatro, ocho” sino “seiscientos cuarenta y ocho”.
Enviado por Gabriela Griffa • 26 de Abril de 2017 • Biografía • 681 Palabras (3 Páginas) • 615 Visitas
Ficha de cátedra - Numeración oral y numeración escrita
(Adaptación de material de trabajo elaborado por C. Parra)
- A los números escritos con cifras les corresponden designaciones orales que tienen sus propias reglas. Si escribimos 648 no leemos “seis, cuatro, ocho” sino “seiscientos cuarenta y ocho”.
- Si lo analizamos con cuidado veremos que al leer un número se da más información que cuando se escribe.
Tomemos el número 648:
- escribimos un 6 y leemos seiscientos (no seis) que indica que el seis ocupa el lugar de las centenas y por lo tanto si se pretende encontrar el número de unidades, se puede multiplicar por 100.
- escribimos un 4 y leemos cuarenta (no cuatro) que indica que el 4 está en el lugar de las decenas y finalmente
- escribimos el 8 del cual se lee su nombre.
- La información adicional que provee el nombre de los números corresponde a las potencias de 10 que no se encuentran presentes en la escritura con cifras, ya que la numeración oral no es posicional como la escrita. (se dice seiscientos, que corresponde a 6 x 102 pero sólo se escribe el 6)
- Si se escribiera “lo que se escucha” podrían aparecer escrituras como las siguientes para el número trescientos cinco mil
- 3005000 a partir de interpretar el nombre del número como “trescientos” (300), “cinco mil” (5000) que no corresponde al número inicial.
O bien
- 30051000 es decir “trescientos” (300); “cinco” (5) y “mil”(1000) que no corresponde al número dictado.
- También podemos observar que en el nombre de los números no se observa explícitamente el o los ceros que puede incluir un número, por ejemplo: en un número como “tres mil cincuenta y tres”, no hay presencia del cero intermedio que sí deberá colocarse al escribirlo: 3053.
- La numeración oral, en algunos casos explicita la descomposición aditiva de un número. Por ejemplo
Ciento veinte – y - cinco[1] 100 + 20 + 5
Sesenta y cuatro 60 + 4
Mil seiscientos 1000 + 600
Esto ocurre en general, en los números que empiezan con un uno como “Ciento…”, “Mil…”, “Un millón…” y en los nombres de las decenas.
Se puede observar que a veces la suma es representada por un “y” en su nombre (como sesenta y cuatro) y otras veces no (como en mil seiscientos)
- En otros casos la numeración oral, puede explicitar la descomposición multiplicativa como en el caso de “cuatro mil” que corresponde a 4 x 1000.
Puede notarse la diferencia entre los nombres de los números que acabamos de citar: 1600 y 4000 y las operaciones aritméticas involucradas. En ambos casos aparece la yuxtaposición de dos palabras: mil seiscientos y cuatro mil, pero en el primer caso la yuxtaposición corresponde a una suma (1000 + 600) y en el segundo a una multiplicativa (4 x 1000).
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