ANNELIES MARIE FRANK diario

ANNELIES MARIE FRANK

Anna Marie Frank, holandesa. En su cumpleaños número 13 su papá le regala un diario, y Ana le hace llamar “Kitty”. Ella vivía con su papá Otto, su mamá Edith y su hermana mayor Margot.

Durante los años 1942 y 1994, en la “Segunda Guerra Mundial” se dio la persecución de los nazis, así que Ana, junto a su familia, y unas amistades cercanas a ellos, judíos, fueron a esconderse en un edificio en la ciudad de Ámsterdam, donde permaneció por dos años en la que ella  llamó “la casa de atrás”. En ese tiempo ellos solo escuchaban la radio para saber noticias, de cómo estaba todo afuera. Ella fue muy inteligente, leía muchos libros, le gustaba escribir y su papá le ayudaba a estudiar.

En su diario, Kitty ella encontró un refugio, donde se expresaba y escribía siempre que podía, a veces todos los días, aunque a veces no, siempre había un día en la semana que lo hacía. Escribía de cuando se enojaba con su mamá, escribía de las noticias que escuchaba, de las conversaciones que oía, escribió que se enamoró de Peter (un niño 4 años mayor que ella). Anna fue muy sensible, pequeña de edad, pero aún así madura para la situación por la que pasó.

Luego de los dos años que pasó encerrada, fueron encontrados, se llevaron a su papá Otto a un campo de concentración, a su mamá también y a las niñas a un lugar distinto. (Anna no escribió luego de que los encontraran). Luego que la situación mejora, Otto es libre, regresa  y se da cuenta de que su familia no está, pide noticias y le informan que su esposa murió y que sus hijas fueron trasladadas a otro campo. Él queda con la esperanza que sobrevivieron. Pero ellas murieron. Cuando él va a “la casa de atrás” se encuentra con Kitty, cuando lo lee él se sorprendió mucho, nunca se dio cuenta que su pequeña hija era tan profunda,  en el diario iban sus pensamientos más íntimos.

Con mucho trabajo Otto consiguió que el diario de Anna se publicara, y ahora es uno de los libros que todos deberíamos de leer antes de morir. El legado de Anna ha llegado a establecer fundaciones en su nombre, y es que en la que era la casa de ella ahora es un museo en su nombre, en la que se guardan todas sus cartas y las distintas ediciones que han hecho con su diario.

De mis frases favoritas de ella:

“Sal fuera, a los prados, a la naturaleza, al sol. Sal fuera y trata de reencontrar la felicidad en ti misma, piensa en todas las cosas bellas que hay dentro de ti y sé feliz”.

A pesar de todo lo que vivió ella pensó que en toda desgracia que ocurrida siempre iba acompañada de alguna cosa bella. Y si te fijas, descubrís cada vez más alegría. Y el que es feliz hace feliz a los demás, el que tiene valor y fe, nunca estará hundido en desgracia.

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