Arguedas, Toma Partido
Enviado por Shi_va • 20 de Abril de 2015 • 1.699 Palabras (7 Páginas) • 126 Visitas
El talento solo no basta para ser un escritor, detrás del libro debe haber un hombre, un hombre con el suficiente amor a lo que hace, por los suyos y por su patria para plasmar palabras tan bellas y llenas de verdad dentro de cada página, de cada párrafo y de cada verso como lo supo hacer José María Arguedas, quien en sus obras redactó las vivencias que tuvo desde muy pequeño junto a los indígenas con quienes se formó y compartió su infancia, aprendiendo su modo de vida, de trabajó , tradiciones y costumbres, pero por otro lado el indignante trato que recibían por parte de sus patrones, “los superiores”.
Fueron estas trágicas las experiencias las cuales forjaron el amor que nació en José María Arguedas por la gente marginada, cruelmente maltratada, la gente pobre y humilde, la raza indígena junto a su folklore, aprendió a amar al Perú profundo sin embargo nada llenó el vacío de su corazón que dejaron sus padres cuando a sus corta edad quedó huérfano de padre y madre marcando un trauma y profunda tristeza poniendo en momentos de depresión siendo así que a sus cincuenta y ocho años de edad cuando era un hombre formado con un camino por seguir y mucho por escribir tomó la fatal decisión de quitarse la vida y de después de sucesivos intentos de suicidio murió.
Pues no cabe duda de que nos hizo ver el problema social que todos se negaban a reconocer, se pronunció en nombre de sus hermanos indígenas y nos enseñó el gran amor por lo nuestro que en vida profeso y que hasta hoy se mantiene viva en los corazones de los verdaderos peruanos que se identifican con su música, sus tradiciones y sus costumbres y sacan adelante al país.
José María Arguedas Altamirano nació en Andahuaylas el dieciocho de enero de 1911 en Andahuaylas. Era hijo de Víctor Manuel Arguedas Arellano, un abogado cuzqueño que ejercía de Juez en diversos pueblos, y de Victoria Altamirano Navarro, perteneciente a una acaudalada familia de Andahuaylas. A sus cortos dos años falleció su madre, víctima de "cólicos hepáticos"; pasó entonces a vivir a la casa de su abuela paterna, Teresa Arellano, en la ciudad de Andahuaylas. En 1917 su padre se casó con una terrateniente adinerada. José María y su hermano Arístides, dos años mayor que él, fueron matriculados en una escuela particular. Al año siguiente, 1918, los dos hermanos continuaron sus estudios en San Juan de Lucanas, viviendo en la casa de la madrastra. En 1919, Arístides fue enviado a estudiar a Lima y José María continuó viviendo con la madrastra.
En 1920, tras la ascensión al poder de Augusto B. Leguía, el padre de José María, que era del partido contrario, fue removido de su cargo de Juez y tuvo que retornar a su oficio de abogado litigante y viajero, trajinar que solo le permitía hacer visitas esporádicas a su familia. Esta etapa de la vida del niño José María estuvo marcada por la difícil relación que sostuvo con su madrastra y con su hermanastro Pablo Pacheco. Aquella sentía por su hijastro un evidente desprecio, y constantemente lo mandaba a convivir con los criados indígenas de la hacienda, de la cual solo lo recogía a la llegada de su padre; situaciones que lo le obligaron a buscar refugio entre los siervos campesinos de la zona, cuya lengua, creencias y valores adquirió como suyos e hicieron que él se sintiera como un sirviente más, como un indígena.
A mediados de julio de 1921 José María se escapó de la casa de la madrastra junto con su hermano Arístides, que había retornado de Lima; ambos fueron a la hacienda Viseca, propiedad de su tío Manuel Perea Arellano. Allí vivió durante dos años, en ausencia del padre, conviviendo con los campesinos indios a quienes ayudaban en las faenas agrícolas.
En 1923 abandonó su retiro al ser recogido por su padre, a quien acompañó en sus frecuentes viajes laborales, conociendo más de 200 pueblos. En la ciudad de Abancay ingresó como interno en el Colegio Miguel Grau de los Padres Mercedarios, cursando el quinto y sexto grado de primaria, mientras su padre continuaba su vida itinerante y su hermano Arístides seguía su educación en Lima. Esta etapa de su vida quedó conmovedoramente plasmada en su obra maestra, Los ríos profundos.
En 1926, inició sus estudios secundarios en el colegio San Luis Gonzaga de Ica, hecho que marcó su alejamiento del ambiente serrano que había moldeado hasta entonces su infancia y sufrió en carne propia el desprecio de los costeños hacia los serranos, tanto de parte de sus profesores como de los mismos alumnos.
En 1928 reanudó su vida trashumante otra vez en la sierra, siempre junto a su padre. Vivió entre Pampas y Huancayo donde cursó el tercero de secundaria, y se inició formalmente como escritor al colaborar en la revista estudiantil Antorcha. En 1931 ingresa a San Marcos y culmina sus estudios de literatura en 1937, año en que es apresado por sus actividades políticas.
Se casa en 1939 con Celia Bustamante Vernal. En 1944 le sobreviene una crisis
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