BEETHOVEN.Una pasión por la música

Una pasión por la música

[pic 1]Nacido en 1770, Alemania, Ludwig van Beethoven comenzó a tocar el piano antes de los cuatro años. Para cuando tenía doce años, este niño prodigio ya había compuesto su primera pieza musical. Cuando Beethoven era sólo dieciséis años, se fue a estudiar en Viena, Australia, entonces el centro de la vida cultural europea y el hogar de los músicos y compositores más brillantes y apasionados, músicos y compositores de la época. Beethoven demostró ser un talentoso pianista y un compositor imaginativo.

Beethoven es recordado por su gran genio, sino también por su personalidad fuerte y difícil. En un incidente infame, Beethoven llegó a estar tan molesto con un mesero, que le vació un plato de comida sobre la cabeza del hombre. A pesar de este tipo de comportamiento, muchos en los círculos musicales y aristocráticos admiraron a  Beethoven, y amantes de la música siempre fueron grandes partidarios de Beethoven. Este hecho no le impidió perder los estribos con uno u otro de ellos. Sin embargo, debido a su talento, amigos Beethoven siempre justificaban sus insultos y temperamento cambiante.

Beethoven también tuvo un comportamiento notorio por su excentricidad. Él A menudo caminaba por las calles de Viena alegando y zapateando solo. Él completamente se abandonó en cuanto a su apariencia personal; él llegaba a estar tan sucio que sus amigos llegaban en la noche y le quitaban las prendas.  Cuando le cambiaban las viejas prendas él ni siquiera lo notaba.

 Aunque Beethoven era respetado y admirado por su público, no estaba preocupado por complacerlos. Beethoven podía tocar el piano tan hermoso que algunos oyentes lloraban; Beethoven sólo se rió y dijo que eran tontos. Era tan egoísta que si la gente hablaba mientras él estaba tocando, se detenía y se alejaba.

Beethoven escribió dos obras famosas, moonlight sonata y la piel Elise, Para dos mujeres diferentes que amaba. Estaba casi siempre en el amor, a menudo con una mujer que ya estaba casada o comprometida. Aunque Beethoven preguntó a varias mujeres a casarse con él, todas ellas lo rechazaron. Pero el aspecto más trágico de la vida de Beethoven fue su pérdida gradual de la audición, a partir de su audiencia creció peor, Beethoven continuó siendo enérgico y productivo; su actividad creativa permaneció intenciones, y el público le encantaba su música. En 1826, Beethoven realizó su última actuación pública de su famosa novena sinfonía. En ese momento, el maestro estaba completamente sordo. Cuando se dio la vuelta para que pudiera ver el aplauso rugiente que no podía oír, Beethoven empezó a llorar.

Beethoven murió en Viena en 1827 a los cincuenta y siete años. Una de cada diez personas que vivieron en Viena vino  a su funeral.

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