BIOGRAFIA HENRY MATISSE

Biografía de Henri Matisse

Biografía:

El pintor francés llamado Henri Émile Benoît Matisse ha llegado al mundo el día 31 de diciembre de 1869 en Le Cateau-Cambrésis, una pequeña localidad al norte de Francia.

Este hombre ha estudiado su educación primaria y secundaria como cualquier niño, al recibirse de bachiller ha elegido a carrera de Derecho para desarrollar. Al finalizar la carrera, Henri se traslada destino a París y allí es donde decide dedicarse de lleno a su verdadera vocación: la pintura. Henri ha asistido allí mismo a distintos cursos en la Academia Julián y, es en el año 1892 que logra ingresar a la Escuela de Bellas Artes, teniendo como profesor al pintor simbolista Gustave Moreau.

Aquí es donde comienza su trayectoria artística, Matisse comienza su practica en el dibujo del natural en un estilo tradicional, como se aprecia en “El tejedor bretón”, pero más adelante comenzando a experimentar se anima a luminosos paisajes de Córcega y de la Costa Azul.

En su estilo también se distinguen algunas de sus figuras pintadas, en las que se logra divisar una influencia de Cézanne, hasta que en el año 1907 su estilo comienza a definirse como lo muestra al pintar a la manera fauve, es decir con supresión de detalles y tendencia a la simplificación, con lo que obtiene cuadros impregnados de paz y armonía, como “Lujo, calma y voluptuosidad” o “El marinero de la gorra”. Con el tiempo apoyado por una suma importante de gentes que solían apreciar su arte, se anima a más permitiéndose jugar y expresarse a la vez, de esta manera es que aparece la introducción de arabescos y la creación de un ritmo característico en sus cuadros, como se denota en “Las alfombras rojas”, por ejemplo.

Luego Henri ha marcado sensaciones con el color, y ha generado en sus obras una gran sensualidad, si bien siempre controlada por una metódica organización estructural, pero ha despertado sensaciones increíbles. Mostrando más de sí mismo se permite continuar brillando al mostrar la sensación de bidimensionalidad de cuadros como “La habitación roja” o “Naturaleza muerta con berenjenas”, en los que la ilusión de profundidad queda anulada mediante el uso de la misma intensidad cromática en elementos que aparecen en primer o en último plano.

En 1912 Matisse viaja a Marruecos, donde abunda su inspiración en los cuadros sobre paisajes mediterráneos de gran colorido, como “Los marroquíes”; y al cabo de unos años más nuevamente apuesta a más y percibe la influencia del movimiento cubista que muestra más geometría de las formas y una simplificación mayor, como en “El pintor y su modelo.

Posteriormente continúa viajando, y al llegar a Europa y Tahití, concibe la obra en gran formato “La danza”. Luego cambiando por el colorido de sus telas que se convierte en atrevido, como en “La blusa

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