Biografia Christine Nostlinger

Christine Nöstlinger

Christine Nöstlinger, conocida principalmente en España por su literatura infantil y juvenil, nació en 1936 en Viena.

Los recuerdos de su infancia no son para ella traumatizantes, a pesar de que una de las experiencias que marcó esta etapa de su vida fue la invasión de su país, Austria, por parte de los nazis, aunque tampoco cree que fuese una niña muy feliz, ella misma ha dicho: «Subjetivamente el recuerdo que tengo es negativo. Me sentía injustamente tratada y a veces, también limitada en mi libertad».

Sus inicios en el mundo literario tienen un carácter anecdótico: un día pensó escribir un breve texto para sus dibujos (se dedicaba al diseño gráfico) y con gran sorpresa descubrió que a la crítica le interesó más el texto que los dibujos. Este fue el principio de toda una vida dedicada a la literatura, principalmente infantil y juvenil, aunque también escribe libros para adultos y guiones para radio y televisión. [3]

La propia autora reconoce que le han influido autores como Thomas Mann, Wedekind y el movimiento «Die neue Sanchlinchkeit»; además se siente identificada con el realismo crítico el cual «refleja su forma de ser y de pensar» como queda patente en sus relatos.

Como se desprende de todo ello, la parte de su obra que gira en torno al mundo de los niños y jóvenes, y sus problemas cotidianos es muy abundante.

Sus temas preferidos son: la escuela, la familia y las relaciones entre jóvenes (amistad, amor, erotismo...); así como el mundo de la mujer y las primeras relaciones afectivas. Sin embargo, a menudo, le resulta difícil introducir estos últimos en la literatura infantil -al menos eso dice ella- por una cuestión de falta de educación al respecto y escasez de términos, aunque no así en la literatura juvenil, pues tenemos ejemplos claros tanto en Qué asco como en Una historia familiar.

Una constante continua en sus libros es la crítica a las convenciones sociales, a través de un estilo sencillo y ameno en el que destacan el humor, la ironía y la ternura, con lo que pretende atraer y mantener la atención de los jóvenes lectores. [4]

Esta crítica social apunta en diferentes direcciones:

La emancipación de la mujer junto con el divorcio, y principalmente, la situación de los hijos de padres separados. Tal es el ejemplo de Una historia familiar o Gretchen se preocupa.

En el entorno de la escuela, que a menudo aparece como una institución rígida, presenta las relaciones entre alumnos y profesores y entre los propios compañeros, es el caso de Horario de clase o Mini va al colegio. La droga y el sexo, son aspectos que trata con gran realismo, aunque no son temas habituales en sus libros para niños.

Otro punto a destacar en su obra es la fantasía, si bien ésta es relativa y nada gratuita, aportando un matiz mágico

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