BONSAI CHRISTINE NOSTLINGER

BONSAI CHRISTINE NOSTLINGER

La idea del bonsái se les ocurrió a un par de chistosos de mi curso, porque soy muy pequeño. Muy muy pequeño más pequeño

que la niña más bajita de mi clase, Annelise. Se supone que voy a crecer a crecer, diagnosticaron tres respetables doctores en medicina a cambio de un buen horario. Eso se advierte en los huesos metacarpianos dijeron. Por esa razón no quisieron darme las hormonas que hubieran podido ayudarme a crecer un par de centímetros. Y en la clase no me hayan bautizado sencillamente enanito. Se debe a que en realidad soy muy bello en los enanos por lo general fallan las proporciones tienen las piernitas mu cortas la cabeza demasiado grande o los bracitos muy largos. Pero en mi todo concuerda como un arbolito de bonsái.

Estoy acostado en el sofá de la sala comiendo papas fritas y aceitunas y revisando de arriba abajo la programación de la televisión. Ella entra, todavía con el abrigo y el sombrerito puesto y con su cara de todos los días y muerta de luchar por ganar tanto dinero. En la mano tiene un sobre frunce el ceño y se queja esos tipos de la iglesia se chiflaron impuestos? ¡Antes debieran estar contentos de que los suelten algo! Y yo le digo, más bien en chiste que he estado pensando en la posibilidad de no tomar el próximo año de la clase de religión católica y la mujer, en vez de preguntarme cortésmente porque he pensado tanto en eso, exclama, autoritaria No Sebastián! ¡No harás eso! Y entonces me alecciona, me dice que debo conocer con dos horas semanales de clase la fe en que nací, y que solo cuando sea un verdadero adulto y sepa con exactitud de que se trata podre decidirme responsablemente a favor o en contra de ella. No hay nada peor que el sordo que rechaza algo sin conocerlo.

En mi colegio trabaja desde hace años el capellán keppel muller que dicto mucho tiempo todas las clases de religión. Pero hubo un año con tantos alumnos que tuvieron que crear un primer adicional. Por lo que llego un acróbata de religión a ese curso, que era el mío se le dice acróbata en la jerga burocrática escolar por que es un profesor que no trabaja en un solo colegio sino brinca de institución en institución para reunir penosamente su cuota de horas semanales

Desde hace el años intento aclarar si el ser humano goza de verdad del libre albedrio. Bueno, pues de repente vi tan claro como el sol, la luna y las estrellas que el ser humano no puede prohibirse dejar de pensar en algo o viceversa que no puede ordenarse a sí mismo pensar en algo. Y cuando no puede, no tiene libre albedrio. Pero cuando alguien me preguntaba bueno ¿Y tú que vas a ser cuando grande? Mi respuesta tenía un éxito increíble yo voy a ser filosofo un día yo mismo descubrí que un filósofo que la filosofía es el amor a la sabiduría. También muy bien escrito, como si fuera un álbum de poesía, decía solamente dios es sabio. Los hombres solo pueden aspirar a volverse sabios y dejaba, menos bonito que un álbum de poesía y escrito de otro día con una pluma distinta pero si no existo tampoco la sabiduría en la última página escrita a lápiz, estaba este frase filosofía es el arte de pensar.

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