Ensayos Bonsai
Enviado por iedaini • 16 de Octubre de 2012 • Informe • 1.225 Palabras (5 Páginas) • 498 Visitas
Ensayos Bonsai
I
Hace unos días se me rompió un zapato y salí a recorrer mi barrio buscando un zapatero. A pesar de que hace ya mucho tiempo que vivo en la zona, no había reparado en un local muy pequeño que estaba entre una casa antigua y los fondos de un supermercado coreano. Cuando entré, el lugar me conmocionó. Unos tubos blancos y largos sobre el techo daban una luz cálida. El ambiente era confortable, con zapatos de varios colores sobre las estanterías y olor a cuero en el aire. Una estufa pequeña calentaba el lugar. El zapatero - un hombre moreno de pocas palabras- me hizo un presupuesto por el arreglo. Y me dijo que ya hacía diez años que tenía ese local. Es decir que hasta que no lo necesité, no apareció. Sin embargo, desde hace tiempo y en silencio, este hombre hace simplemente su trabajo. Ser invisible, entonces, es una meta.
II
Sobre la avenida Córdoba, cerca de mi casa, hay un pequeño mercadito. Este lugar es, para mí, un monumento a la memoria viva de mi estupidez. Porque ahí, antes de la debacle del diciembre delarruista, estaba una de las múltiples sucursales del Banco Francés. Donde me daban tasas altísimas por los depósitos y yo me ponía contento. Y se sabe que un Sebregondi contento es un Sebregondi con-tento. Los que no se levantan cada mañana pensando en conquistar el mundo o mirando la planilla del rating, cuando chocan con el imperio pirata-económico salen hechos mierda. Hoy, cuando veo el mercadito, pienso que no quiero ahorrar nada para la vejez, que no quiero que nadie me descuente nada para el futuro y que estoy podrido de los mensajes autoritarios de la publicidad (uno top es la propaganda de seguros de vida del imbécil de Andino). Y recomiendo para esa época que inevitablemente viene cuando empezamos a comer papilla y usar pañales again, la única prevención de tener ya comprado un buen revólver y pegarse un tiro. También aconsejo no cometer la estupidez de reproducirse. Basta con mirar el subte en la hora pico para saber que ya somos demasiados, ¿no?
III
Un piloto es alguien que disfruta del espacio insonorizado.
A grandes alturas, no le falta el aire, porque prefiere ser respirado antes que respirar.
Un piloto es serio, porque sabe que mucha gente depende de él.
Pero, paradójicamente, jamás se toma en serio. Como, por ejemplo, en "¿Y, dónde está el piloto?" .
Un buen piloto no deja pasar el agua. Si el piloto deja pasar el agua se convierte en un-piloto-para-la muerte.
Giacometti tenía un buen piloto. En una foto que le sacaron mientras cruzaba la calle, se tapa con él la cabeza y se vuelve invisible.
Un piloto sabe cuándo le llegó la hora. Y con tranquilidad, entra en la feria americana.
Un piloto debe estar siempre encendido.
IV
Por la mañana, una actividad metafísica. Fui al hospital donde murió mi tía hace dos semanas a buscar el marcapasos que le extrajeron el día que palmó. Me lo dieron en una bolsa de plástico, con las especificaciones técnicas. Modelo alemán, número de matrícula, etcétera. Ya en el colectivo, abrí el portafolios y miré cómo ese pequeño aparato se acomodaba a los tumbos entre mis libretas, el estuche de lentes y otros objetos. Cuando vivías, este aparatito producía un pequeño golpe eléctrico que hacía que tu corazón, cuando cabeceaba para dormirse, se despertara. A determinado nivel de ebullición, el horror se convierte en risa. Así que me río.
V
I want real people.
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