Biografia De Gimeno Sacristan
Enviado por mevero • 12 de Agosto de 2013 • 2.619 Palabras (11 Páginas) • 2.528 Visitas
Nacido en Chinchón, Madrid, en 1937. Estudió en la Institución Sindical de Formación Profesional Virgen de la Paloma, pero abandonó el centro para trabajar desde su adolescencia en un taller mecánico.
Cuando estaba cumpliendo el servicio militar en Melilla decidió dedicarse a la interpretación, dejando su trabajo de mecánico tornero, para seguir su vocación teatral. Se interesó desde muy joven por el teatro independiente y comienza en el Teatro Infanta Isabel de Madrid. Actuó como aficionado hasta 1962, año en que debuta como profesional. Su acceso al mundo cinematográfico se da en la década de los sesenta con papeles secundarios que poco a poco irán adquiriendo importancia.
Estuvo incluido en el grupo de actores más taquilleros del cine español de los setenta junto a Alfredo Landa y José Luis López Vázquez.
Su debut en el cine se produjo con La familia y uno más y luego vendrían las comedias atrevidas de la época, sin perjuicio de que José Sacristán se haya revelado como un excelente actor dramático en trabajos como Un hombre llamado Flor de Otoño, de Pedro Olea, La colmena, de Mario Camus o El pájaro de la felicidad, de Pilar Miró.
Con más de un centenar de películas a sus espaldas, también ha destacado como director. Dirigió y protagonizó Solados de plomo (1983), Cara de acelga (1987), donde también fue el responsable del guion junto a Carlos Pérez Merinero, y Yo me bajo en la próxima, ¿y usted? (1992), en la que compartió protagonismo con Concha Velasco.
Es un actor estrechamente vinculado al teatro y entre sus últimos trabajos destaca los musicales El hombre de La Mancha y My Fair Lady en los que compartió protagonismo con Paloma San Basilio, y en el que sacó a relucir una faceta hasta ahora desconocida, la musical.
Resulta premiado en el Festival de Cine de San Sebastián de 1978 por Un hombre llamado Flor de Otoño (siendo premiado también en el festival de 2012 por El muerto y ser feliz) y en 1982 consigue el primero de sus cuatro Fotogramas de Plata por su trabajo en la película La colmena.
En 2010 fue nombrado "Arcipreste del Año" en el Festival Medieval de Hita.
En 2011 la prestigiosa Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina le entrega el Premio Cóndor de Plata a la trayectoria en la 59º Ceremonia de este lauro, considerado el máximo galardón al cine en la Argentina.
En cuanto a su vida personal, estuvo casado con la actriz francesa Liliane Meric, con quien rodó Lo verde empieza en los Pirineos. Su segunda mujer es Amparo Pascual, con quien ha tenido tres hijos. Al margen de sus matrimonios, José Sacristán mantuvo relaciones con Laura del Sol, Mila Ximénez y Leonor Benedetto, argentina que le acompañó en el reparto de Un lugar en el mundo.
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LAUDATIO DEL DOCTORANDO JOSÉ GIMENO SACRISTÁN QUE
PRONUNCIA EL DOCTOR ÁNGEL PÉREZ GÓMEZ EN APOYO DE LA
PETICIÓN DE CONCESIÓN DEL SUPREMO GRADO DE LA UNIVERSIDAD
DE MÁLAGA
Magnífica y Excma Sr. Rectora, Dignísimas autoridades, componentes de la
comunidad universitaria, familiares.
Es para mí un inmenso honor y me produce intensa emoción actuar como padrino en
este acto de investidura del Profesor José Gimeno Sacristán. Debo agradecer en
primer lugar al profesor Miguel López Melero por haber iniciado este proceso, al
Departamento de DOE, La junta de Facultad de Ciencias de la Educación, al Consejo
de Gobierno y al Claustro de la Universidad por haber aprobado esta propuesta que
supone un reconocimiento de una excelente trayectoria personal y profesional y a la
vez un homenaje a la docencia, a la educación y a la investigación pedagógica.
José Gimeno Sacristán nació en 1947, época de hambre, miedo, heridas abiertas y
miseria intelectual en la España de la postguerra. Nació en la Vilueña, un pequeño
pueblo de campesinos de Teruel. La vida lenta de ciclos previsibles, los sabañones en
invierno, la organización del tiempo en función de las tareas del campo, las campanas
de la iglesia, las mujeres mayores vestidas de negro cruzando la plaza, el olor a
ganado, el sonido de la fragua, los colores del campo y el olor a tierra mojada…, la
cantinela de la tabla de multiplicar, el polvo de la tiza, la regla como instrumento
punitivo, la figura respetable del maestro, la leche en polvo y la mantequilla americana
en las escuelas, la entrañable vida familiar de un entorno abierto a la naturaleza y
cerrado a la cultura rodearon su infancia.
En Teruel cursa el bachillerato y en Zaragoza la diplomatura en magisterio y los años
comunes de filosofía y letras. A Mediados de los años 60 llega a la Universidad
complutense de Madrid a cursar los años de especialidad en Pedagogía, un territorio
intelectual particularmente devastado por la mediocridad, una extraña mezcla de
oscurantismo escolástico y doctrinario con un despertar estadístico de aplicaciones
mecanicistas.
En 1974 inicia su carrera como ayudante universitario, en 1975 Adquiere el titulo de
Doctor en Pedagogía por la Universidad Complutense, y en 1978 consigue la plaza de
profesor agregado en la Universidad de Salamanca donde, ha de asumir por un año el
cargo de Decano. Solamente tres años después accede a la Cátedra de Didáctica en
la Universidad de Valencia, siendo el Catedrático más joven de su especialidad en
España. La vida se acelera y el horizonte se expande.
Desde bien temprano ha ejercido una marcada influencia en el pensamiento
pedagógico español, primero por la relevancia científica de sus aportaciones, segundo
por la oportunidad del momento y tercero por el compromiso con el devenir cotidiano.
Para no ponerlo todo perdido de palabras que no dicen, como sugiere el profesor
Gabilondo, voy a hacer un esfuerzo supremo de concisión seleccionando tres
aspectos que a mi entender definen la extraordinaria relevancia intelectual del profesor
Gimeno: -En primer lugar, su esfuerzo incansable por modernizar la cultura pedagógica
española, abrir las preocupaciones, los interrogantes, los conceptos y las propuestas
pedagógicas a las nuevas y plurales corrientes que impulsaban la pedagogía fuera de
nuestras fronteras. Suponía un reto tan necesario como inconcebible en aquel desierto
intelectual en la pedagogía de los años setenta, donde en el panorama académico
español no podía encontrarse ningún referente de prestigio internacional. A esta época
corresponden varias
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