Gimeno Sacristan
Enviado por vilythaz • 7 de Diciembre de 2011 • 1.241 Palabras (5 Páginas) • 1.028 Visitas
Un camino para la igualdad y para la inclusión social
.. .Ias diferencias que se encuentran en las costumbres y las aptitudes de los hombres, son debidas a su educación más que a ninguna otra cosa; debemos deducir que ha de ponerse gran cuidado en mar el espíritu de los niños y darles aquella preparación temprana que influirá en el resto de su vida. (John LOCKE, págs. 65-66.)
Que un ser humano reciba la misma educación que cualquier otro es algo que se deriva del hecho de ser un derecho universal¬ no significa igualarlos entre sí. La educación no es un omnipoten¬te medio para la supresión de las desigualdades cuyo origen está fuera de las escuelas y que son previas a la escolarización. Las teorías sociológicas de la reproduccíón han constatado el efecto que tiene la escuela para propagar las desigualdades sociales, lo que ha podido conducir a una falta de ánimo y de empuje para atisbar alternativas educativas. En el mejor de los casos, la esco¬larización obligatoria es sólo uno de los posibles medios para recorrer el camino hacia la igualdad. Pero si cualquier individuo o grupo constituido por alguna condición (género, clase social, etnia, modo de vida, etc.), recibe una educación diferente en extensión y en calidad a la que disfrutan otros, o si no recibe nin¬guna, entonces seguro que se acentúa la desigualdad entre unos y otros. La escolarización es camino problemático para la consecuencia de más igualdad, pero su inexistencia, sus deficiencias o las diferencias en la cuantía de escolaridad recibida conducen, con seguridad, a una mayor desigualdad. Aunque se trate de un optimismo moderado, se puede decir que la educación en mayores desigualdades ya puede ser un medio para corregirlas, SI va acompañada de otras medidas. Las desigualdades en cuanto a la educación tienen hoy consecuencias, más allá de causar diferencias sobre las oportunidades que vayan a tenerse. Recibir o no educación es condicionalistas a la participación en la sociedad, desde el momento en que para empeñar el ejercicio de muchas actividades y puestos de trabajo se requiere una preparación previa, así como herramientas y habilidades para adquirirla. Tener conciencia de qué es el mundo a sociedades actuales no es algo a lo que pueda accederse des¬de el sentido común. sin la aportación .de aprendizajes que no suelen adquirirse en el Intercambio cotidiano con las cosas y con las demás personas. Las sociedades son hoy, además, cambiantes; presentan a los individuos panoramas variables y condiciones de vida en las que resulta difícil asentarse de una vez para siempre, exigiéndoles cambios y adaptaciones constantes. Los más educados podrán entender mejor esas situaciones y disponer de más capacidad y de una mayor flexibilidad para acomodarse a las con¬diciones mudables.
En sociedades y culturas de ese tipo, la persona no cultivada o con carencias y deficiencias notables en la educación queda excluida socialmente, al ser impedida su participación plena en la sociedad. La educación proporcionada por la escolarización obli¬gatoria, igual para todos, constituye un requisito que capacita para el ejercicio de la ciudadanía plena. El derecho social a la cul¬tura y a la educación tiene carácter fundamental, no sólo porque de él depende la dignificación humana, al poder enriquecer las posibilidades de su desarrollo, sino que lo es porque se entrelaza con otros derechos civiles, políticos y económicos de las perso¬nas, capacitándolas para el ejercicio de los mismos, posibilitándo¬los y potenciándolos (MARSHALL y BOTTOMORE, 1998). Sin un cum¬plimiento satisfactorio del derecho a la educación, no sólo la vida d cada uno se empobrece y se limita su horizonte, sino que, difí¬cilmente, se pueden realizar otros derechos, como el de la libre expresión, la participación política o el derecho al trabajo en las sociedades avanzadas. Desde el concepto de ciudadanía
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