Biografia De Guy De Maupassant
Enviado por liutdfkibvyrs • 14 de Septiembre de 2013 • 2.137 Palabras (9 Páginas) • 609 Visitas
l5 de Agosto de 1850 nace René Albert Guy de Maupassant en el castillo de Miromesnil en el distrito de Tourville-sur-Arques, según la versión oficial. Algunos biógrafos albergan dudas al respecto, dado que es posible que sus padres inventaran esta localización porque ambos aspiraban a la gloria de una nobleza bastante dudosa, aunque algunos de ellos, como Henri Troyat o Nadine Satiat reafirman esta localización, pese a que el certificado de su defunción sitúa su nacimiento en Sotteville, cerca de Yvetot. El gran defensor de la tesis que defiende el nacimiento de Maupassant en Fécamp, es el biógrafo Georges Normandy, en su libro Guy de Maupassant.
Su padre, Gustave Maupassant era descendiente de una familia lorenesa establecida en Normandía desde el siglo XVIII. Su esposa Laure Genevieve Le Poittevin, nació en Rouen en 1821. Ésta, hija de armadores, pertenecía a la alta burguesía normanda y era un tanto neurótica con grandes delirios de grandeza, hasta el extremo que no accedió a casarse con Gustave mientras no le fuese reconocido el "de" que precede al apellido Maupassant. Laure y su hermano Alfred habían sido amigos de infancia de Gustave Flaubert, hecho decisivo en la posterior andadura de Guy en el terreno literario. Laure se casó con Gustave Maupassant en 1846. Ambos provenían de familias acomodadas y vivían de las rentas de la herencia de él y la dote de ella.
La infancia de Guy se desarrolló en un ambiente familiar presidido por la discordia entre un padre adúltero y una madre neurótica. Es posible incluso que el niño hubiese tenido la oportunidad de asistir a escenas de marcado carácter violento entre sus progenitores que lo marcarían de por vida. En 1856 nace Hervé y en 1962, ante lo insostenible de las relaciones conyugales, el matrimonio se separa "amistosamente" en 1862. Laure de Maupassant siempre luchó, en detrimento de Hervé, por conseguir que Guy fueran un hombre de éxito, lo que produjo en el hermano menor cierto complejo de inferioridad que lo convertiría en un muchacho indomable hasta su prematura muerte en un centro psiquiátrico (preludio de lo que le ocurriría a su vez a Guy).
En 1859 y 1860, realizó sus estudios en el Liceo Napoleón, en el colegio eclesiástico de Yvetot, de donde fue expulsado al serle encontrada una poesía irreverente, y finalmente en el Liceo de Rouen, donde el joven Maupassant mantuvo una relación epistolar con Louis Bouilhet, gran amigo de Flaubert y a la sazón su primer maestro en las lides literarias. Estudios, vagabundeos y borracheras, lecturas y descubrimientos. La adolescencia del escritor estuvo conformada por estas fecundas contradicciones y por la presencia imperiosa de una madre que acababa de separarse del marido. Poco a poco, Flaubert representará en la imaginación del adolescente y más tarde, del escritor, el papel de padre. Fue precisamente este último quien, tras la muerte de Bouilhet, le corrigió las primeras poesías y los primeros cuentos enseñándole el arte de escribir. En el prólogo a su novela "Pedro y Juan", auténtico manifiesto de sus principios literarios, Maupassant describe como Flaubert lo estimula y aconseja. (si quiere leer dicho prólogo haga clic aquí). Lenguas maledicientes llegaron a afirmar que Flaubert era el padre biológico de Maupassant. (Ver el libro La ecuación Maupassant)
Maupassant fue llamado a las armas y hubo de participar en la guerra franco-prusiana, aunque no llegó a estar en el frente. Tras su regreso a la vida civil, en 1872, trabajó como empleado en el ministerio de Marina. La vida de oscuro funcionario y la atmósfera kafkiana del ministerio le inspirarán una de sus obras maestras L'Heritage. Odiaba el trabajo rutinario del Ministerio y repartía su tiempo libre entre la creación literaria bajo la guía de Flaubert, amigo de su madre, y las excursiones a lo largo del Sena en compañía de jovencitas fáciles y remeros. En este ambiente fluvial llegó a tener un grupo de amigos con los que compartía su afición por el remo y las muchachas. Esta vida inspiraría su relato "Mosca. Recuerdos de un remero".
En 1876 y merced al padrinazgo de Flaubert, Maupassant comienza a colaborar en diversos periódicos y revistas con el seudónimo de Guy de Valmont. Se hace construir una casa donde fueron representadas privadamente algunas de las obras de teatro que escribió en esta época, de caracter marcadamente erótico y libertino. La obra que representaban, se titulaba "A la feuille de rose" y en ella los actores eran todos hombres, disfrazándose de mujer cuando algún personaje lo requería.
Famoso por sus aventuras amorosas en las que nunca puso sentimiento, tan solo instinto animal, estaba orgulloso de sus conquistas y de su potencia sexual, llegando a presumir de que podía realizar el acto sexual diez veces seguidas en un lapso corto de tiempo. Amigo de prostitutas y a la vez de damas de alta sociedad, Maupassant frecuentó ambos mundos indistintamente. Su apetito sexual lo conducía a las primeras, mientras que el afán de destacar socialmente y cierto deleite intelectual lo dirigía a las reuniones de las otras. Sus cuentos contienen la fiel descripción de ambos mundos.
Su debut literario está ligado al relato Bola de sebo (Boule de suif, 1880), aparecido en el volumen Las veladas de Médan (Les soirées de Médan), especie de manifiesto del naturalismo, que reunía cuentos sobre el tema de la guerra de 1870 escritos por varios escritores que constituían el llamado grupo Médan, dirigido por Emile Zola y frecuentado por J.-K. Huysmans, Paul Alexis, León Hennique y Henry Céard. Maupassant hizo alarde en él de su talento de narrador gracias a una aguda capacidad de observación; fustigaba con violencia satírica a pequeños y grandes burgueses, desenmascarados en su bellaquería por la guerra; y presentaba con una dureza grotesca el penoso sacrificio de una prostituta inmolada al pudor de las damas y a la oración de dos monjas.
Lógicamente se había establecido que el relato de Zola tuviera prioridad sobre los demás. Maupassant fue el último en leer su relato. Apenas acabada la lectura, le aclamaron a coro y en un impulso de entusiasmo, típicamente francés, le proclamaron maestro.
Curiosamente casi
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