Biografía lectora

Biografía lectora:

Mi historia como lectora comienza mucho antes de que aprendiera a leer.

Mi mamá cada noche nos contaba un cuento para poder dormir, algunos de ellos los inventaba, otros teníamos los libritos de anteojitos y allí venían diversos cuentos, láminas.

Pero también, la curiosidad me llevó a leer imágenes y enlazar una historia, mi historia que a lo mejor se alejaba a la real. Luego de imaginar esas palabras, lo sentaba a mi hermano en nuestra mesa de juegos y yo era su maestra, allí le narraba el cuento, en ocasiones escribíamos el nuestro, o les cambiamos los finales a los cuentos clásicos.

Otra persona que me llevo a conocer otros textos, fue mi hermana mayor, quién era fanática de Rodrigo Bueno, Enrique Iglesias por lo que cualquier información que encontraba en diarios, revistas sobre ellos, lo recortaba y lo iba poniendo en una carpeta. Ella dormía conmigo, y cuando no estaba, me encerraba en nuestra habitación a leer sobre ellos, a ver que había de nuevo en esa carpeta. No solo  se encontraba la historia personal de cada uno, si no que cada una de sus canciones o hits mas importantes.

Hasta el día de hoy, lo tengo guardado como parte de mi infancia como lectora, y a demás el día que falleció Rodrigo perdí a mi mejor amiga, quien tenía leucemia y me llevaba 8 años mas, pero éramos inseparables.

 Cuando leo esa carpeta, me acuerdo de ella que me retaba ya que le hurgaba las cosas a mi hermana, pero, así también escuchaba todo lo nuevo que tenia para contarle. No se si le gustaba o era solo porque me veía tan entusiasmada.

 Durante mi etapa de educación obligatoria, sinceramente, no leía libros, bueno solo los que me pedían en clases.  Pero, me parecían aburridos. De igual manera, en el secundario no teníamos Lengua ya que la profesora era nuestra Directora y no asistía.

Entonces, puedo decir que mi hábito por la lectura comenzó con la universidad.

El primer libro que leí, fue el de Mujer y Maestra de Viviana Rivero, en el que se encuentra los cambios por los cuales transitó la educación argentina, las nuevas ideas, pasión, amor  y el poder de voluntad. Se trata de una historia de amor que se debate entre el tradicionalismo de una sociedad regida por conservadores y la nueva modernización que intenta apoyar los nuevos cambios sociales que empiezan a regarse por todo el país. Tal como dice Rivero, “Sin dudas, aquella labor que realizaron las mujeres  como Mercedes es el legado que disfrutan los alumnos de hoy”.

 He descubierto muchos autores de diversas disciplinas con los que me engancho fácilmente en su lectura, tales como: Devetach, Vélez, Freud, Diker, Dussel, Carli, entre otros. Particularmente, tengo gran admiración con aquellos textos que permiten conocer sobre la Infancia. Fue confortable cursar el Seminario de Sujetos de la Educación y Convivencia Escolar en donde pudimos ver al niño no solo como sujeto de derecho, sino también como un sujeto sexuado, un sujeto consumidor, un sujeto inmerso en la heterogeneidad. A lo largo de estos dos años que he cursado, cada uno de los autores, de los libros, han servido para cambiar mi manera de ver a la Infancia.

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