CAPITULO II: Regla Fundamental Del Metodo Sociologico Y Las Tres Reglas Consecuentes.
Enviado por lulina • 6 de Mayo de 2013 • 3.480 Palabras (14 Páginas) • 752 Visitas
CAPITULO II: Regla fundamental del metodo sociologico y las tres reglas consecuentes.
Reglas relativas a la observación de los hechos sociales
Regla fundamental: considerar los hechos sociales como cosas
Prenociones en los prolegómenos de la ciencia
Toda ciencia se construye sobre reflexiones preexistentes a ella misma. Sin embargo, la tarea de la ciencia es perfeccionarlas y acercarlas gradualmente a la realidad, encauzarlas mediante el método. El problema surge cuando esas reflexiones sobre la realidad a pesar de ser lejanas, se hacen pasar por ella. En las ciencias sociales el problema es aún mayor, ya que al calor d la actividad social, todos lo hombres se forjan representaciones de la realidad social y rara vez son certeras (confeccionadas sin método alguno). Este es un problema central en la sociología desde la perspectiva de Durkheim.
"Es que, en efecto, la reflexión es anterior a la ciencia, que no hace más que servirse de aquella con más método. El hombre no puede vivir en medio de las cosas sin hacerse ideas sobre las mismas de acuerdo con las cuales regula su conducta. Sólo que, por el hecho de que estas nociones están más cerca de nosotros y más a nuestro alcance que las realidades a que corresponden, tendemos naturalmente a sustituir las últimas por las primeras y a hacer de ellas la materia propia de nuestras especulaciones". De proseguir de este modo, se pierde toda noción objetiva de "las leyes de la realidad", impidiendo el objeto de la ciencia "conocer el presente y el pasado para lanzarse de un solo salto al porvenir". Toda acción emprendida en base a estas falsas representaciones sería nada más que un salto en falso. "Y es porque tal medio imaginario no ofrece al espíritu ninguna resistencia, por lo que éste, no sintiéndose satisfecho con nada, se entrega a ambiciones sin límite y cree posible construir, o mejor, reconstruir el mundo con sus solas fuerzas y a medida de sus deseos". Este análisis de la realidad, en términos de Durkheim, es de tipo meramente ideológico.
"Los hombres no han esperado el advenimiento de la ciencia social para formarse ideas sobre el derecho, la moral, la familia, el Estado, la sociedad misma; porque no podían pasarse sin ellas para poder vivir. Ahora bien, es sobre todo en sociología donde estas prenociones, utilizando la expresión de BACON, se encuentran en estado de dominar a los espíritus y sustituir a las cosas. En efecto, los hechos sociales no se realizan más que por los hombres, son producto de la actividad humana. Por tanto, no parece ser otra cosa que la puesta en práctica de ideas innatas o no, que llevamos dentro de nosotros, su aplicación a las diversas circunstancias que acompañan a las relaciones de los hombres entre sí. La organización de la familia, del contrato, de la represión, del Estado, de la sociedad aparecen así como un simple desarrollo de las ideas que tenemos sobre la sociedad, el Estado, la justicia, etc. Por consiguiente, parece que estos hechos y sus análogos no tienen realidad más que en y por las ideas que son su germen y que se convierten desde ese momento en la materia propia de la sociología". Si ésta se limita únicamente al análisis de las ideas subjetivas y entiende a la sociedad como el desarrollo real de las mismas, no pasa el umbral ideológico. La combinatoria compleja de los individuos en sociedades genera un fenómeno sui generis e independiente de estos. Por lo tanto, para un fenómeno que es de naturaleza social, el individuo no puede constituir el punto de partida de una explicación.
Toma la teoría del desarrollo de las sociedades humanas de Comte como un ejemplo de este error metodológico habitual en sociología. Si existe una evolución efectiva de la sociedad y de sus ideas (a la sombra de la idea de progreso), sólo puede ser percibida una vez construida la ciencia y nunca antes de ella. Contra la teoría de los estadios evolutivos de las sociedades, Durkheim se inclina más por el nacimiento, desarrollo y muerte de sociedades individuales.
Seguidamente, critica la idea de Spencer por la cual toma a las formas de cooperación como el nodo de la vida social, diciendo que esto no se presenta a la simple inspección. Sostiene que esto no es una definición de la sociedad, sino de una prenoción de Spencer de la sociedad. La presencia de las prenociones no sólo se limita a los prolegómenos de la ciencia. En el desarrollo de la misma se utilizan conceptos suya definición es sólo una aproximación extremadamente vaga (términos como socialismo, libertad política, democracia). "En las ramas especiales de la sociología es todavía mas acusado este carácter ideológico. Éste es especialmente el caso de la moral. Es lícito decir, en efecto, que no hay un sólo sistema en que no sea representada como el desarrollo simple de una idea inicial que la contendría por completo en potencia". Sin embargo, este no es un atributo exclusivo de la sociología. También tiene sus manifestaciones en la economía política de autores como Stuart Mill.
Ya sea la evolución de la humanidad de Comte, la cooperación de Spencer, el fin económico de la actividad social de Stuart Mill o la teoría del valor de los economistas, no son más que desarrollos de las prenociones que los autores tienen sobre ese tema o, en todo caso, conclusiones a las cuales se debe arribar luego de un desarrollo explicativo vasto, a pesar de lo cual se encuentran al comienzo de la investigación. Este es un error proveniente de no tratar a los hechos sociales como cosas, de acuerdo a la primera regla fundamental.
Los hechos sociales son cosas y se les debe tratar como tales. Son el único datum ofrecido al sociólogo. ¿Pero que quiere decir que un hecho social sea una cosa?: "En efecto se entiende por cosa todo lo que es dado, todo lo que se ofrece, o, más bien, todo lo que se impone a la observación. Tratar los fenómenos como cosas es tratarlos en calidad de data que constituyen el punto de partida de la ciencia. Los fenómenos sociales presentan indiscutiblemente este carácter. Lo que se nos da no es la idea que los hombres se hacen del valor, porque ella es inaccesible; son los valores que cambian realmente en el curso de las relaciones económicas. No es tal o cual concepción del ideal de moral; es el conjunto de reglas que determinan efectivamente la conducta (...) Es posible que la vida social no sea más que el desarrollo de estas nociones; pero suponiendo que así sea, estas nociones no son dadas de inmediato. Por consiguiente, no son alcanzables directamente, sino sólo a través de la realidad de fenómenos que las expresan. No sabemos a priori que ideas se encuentran en el origen de las diversas corrientes entre las cuales se reparten la vida social ni si las hay; solamente después
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