Cuento De Adas
Enviado por ROYZABALA • 12 de Agosto de 2012 • 762 Palabras (4 Páginas) • 894 Visitas
En este bosque oscuro y asustadizo moran elfos, gremlins y hadas. Esos que pasean sin rumbo por el reino de las hadas que cazan con trampa encuentre que los minutos se vuelven años cuando lo escuchen las orejas mortales de un hada. Cuando los humanos en un sueño fatal, escuchan sus melodías en el mundo de las hadas encerrado serás durante siete años. Así que, precaución, amigo cuando camines y cantes cerca de un anillo de hadas. Tenga cuidado con la comida o los besos de un hada, porque si no tu vida como mortal...... se perderá.
Montaña arriba, montaña abajo, jamás osamos cazar. Tenemos siempre por ellos, los pequeños duendecillos de breve chaqueta verde y largo gorro encarnado con blanca pluma de búho. Allá en la costa rocosa, algunos tienen su hogar. Viven en la blanca espuma de las fieras olas del mar. Otros moran en las cañas del negro lago del monte, con ranas que velan por despiertas toda la noche. Anillo_21En lo más alto del monte, se sienta su viejo rey tan anciano y canoso que casi el seso perdió. Por puente de blanca bruma, cruza vacilante el valle en sus reales viajes, y a veces sube a cenar, entre infinitas estrellas que iluminan su camino, con la poderosa reina de las luces boreales. A Bridget, la bella niña, las malas brujas raptaron. Siete años la tuvieron, y cuando a casa volvió a nadie en ella encontró. Vinieron los duendecillos y en volandas la llevaron entre la noche y el alba. Creyéronla dormidita, pero muerta, muerta estaba, de pena y dolor profundo. Los piadosos duendecillos desde entonces la guardaron en las aguas más profundas del negro y oculto lago. De hojas de blancos lirios, un blando lecho le hicieron para mitigar la espera de un futuro despertar. Montaña arriba, montaña abajo, jamás osamos cazar. Tenemos siempre por ellos, los pequeños duendecillos de breve chaqueta verde y largo gorro encarnado con blanca pluma de búho.
DE LOS CUENTOS DE HADAS
Las brumas blancas, brillantes, hacen nacer a la luna, surgen del fondo del agua y se extinden por el llano. Las flores se juntan para romper las telas de arana, y el vestido de la noche le prenden piedras preciosas. Cerca del lago las nubes tejen una fina sombra que se estremece al cortarse de ondas y manchas de luz. Abriendo paso en los juncos, la nina dulce se inclina, lanzando petalos rojos sobre las magicas ondas, para mirar como un rostro fugitivo huye en el agua, pues el lago esta encantado al conjuro de San Miercoles. Para que el rostro aparezca, le tira rosas tempranas, pues la rosa esta encantada el conjuro de San Viernes. Mira...A la luna relumbran su rostro y rubios cabellos, mientras en sus ojos claros se juntan todos los cuentos.
El duende de Los Sueños
Una madre estaba harta de que todos los sábados sus hijos se durmiesen tarde. El motivo era que el duende de los sueños no venía a cantarles una nana, como hacía todas las noches
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