DANIEL CERECEDO ESTRADA

Hace 40 años era común escuchar las historias de la Revolución Mexicana narradas por las abuelas; he aquí una de ellas, que pudo ayudar a nuestro país.

Daniel Cerecedo Estrada se une a la revolución en la misma época que Lucio Blanco y en la misma facción. Es hijo de Lucio Cerecedo y de Isabel Estrada, dueños de la hacienda “La Candelaria”, de una superficie de 1.493 hectáreas.

En 1913 junto con el presidente municipal de Huejutla, Francisco de P. Mariel, redactan un manifiesto invitando al pueblo de Hidalgo a levantarse en armas contra el gobierno de Victoriano Huerta alias “El chacal”.

Aún como Coronel, ataca a las fuerzas federales en la ciudad de Papantla, Veracruz, el 24 de junio de 1914, comandando una fuerza de 150 hombres revolucionarios, en tanto el puerto de Veracruz estaba invadido por los Estados Unidos, en un intento de que no llegara a manos del gobierno de México, un cargamento de armas proveniente de Alemania, mismo que a la postre fue capturado por los convencionistas.

Durante la Revolución Mexicana existían muchas facciones, dentro de las cuales estaban los zapatistas, los villistas, y los miembros del ejército federal, pero existían otras divisiones dentro de los revolucionarios, las cuales prolongarían el período bélico, en una serie de cambios rápidos de poder que, finalmente, dejaron como resultado un gobierno muy similar al que eliminaron.

Las fuerzas convencionalistas

El general Daniel Cerecedo Estrada perteneció al grupo llamado convencionalista o convencionista, cuyos miembros respetaban y apoyaban los resultados de la Convención de Aguascalientes, que pretendía integrar a todas las fuerzas armadas, restablecer el orden y convocar a elecciones populares a la brevedad posible.

La Convención de Aguascalientes había logrado el acuerdo temporal de la gran mayoría de las fuerzas armadas, por lo que inmediatamente se designó el gabinete y se nombraron gobernadores interinos de varios estados, de entre los cuales, le correspondió al general Daniel Cerecedo Estrada la gubernatura provisional de Hidalgo, desde el seis de noviembre de 1914 hasta el 19 de enero de 1915.

Pero los convencionalistas vieron con desilusión cómo nuevamente se dividían las fuerzas de la Revolución Mexicana, por lo que el trece de enero de 1915, el presidente provisional de México, electo en la Convención, Eulalio Gutiérrez, lanzó un manifiesto que suscriben sus principales partidarios, entre ellos los generales Daniel Cerecedo Estrada y Lucio Blanco, en el cual establecía el cese de las funciones de Venustiano Carranza, al mando de las fuerzas armadas y como jefe del Poder Ejecutivo en México.

Al requerir la Convención que también Francisco Villa cesara en el mando de sus tropas, pasando estas a cargo de la Secretaría de Guerra, causó que Villa reaccionara salvajemente en contra de las decisiones de la Convención, misma que apoyó anteriormente.

Uno de los casos de salvajismo rebelde fue el del general villista Saulo Navarro, quien

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