Diario de viaje PAOLO MANTEGAZZA

Universidad Nacional del Chaco Austral

Licenciatura en Sociología.

Cátedra: Antropología Social y Cultural

Alumna: Nancy Gomez

Segundo Trabajo Práctico: Diario de viaje PAOLO MANTEGAZZA

CONTEXTUALIZACION

  El autor de la obra Paolo Mantegazza visitó la República Argentina en tres oportunidades. La primera, en entre 1854 y 1858 para luego regresar otras dos veces en los años 1861 y 1863.

Había nacido en Monza, Italia, el 31 de agosto de 1831 .Era médico y antropólogo. Fue  defensor  de la teoría evolucionista de Darwin .Durante sus viajes por  nuestro país, desde Buenos Aires hasta Bolivia,  fue un agudo observador a través de una mirada médico-antropológica, lo que le permitió realizar un detallado análisis de la geografía, la naturaleza y los hombres ,las razas y las costumbres.

Este libro donde expresa sus  impresiones del país, fue utilizado como guía informativa por inmigrantes italianos de la época. Era la argentina del modelo agroexportador,  ,con una fuerte política migratoria ,que significaba  para  los europeos, la posibilidad de reubicación del excedente poblacional producto de la Revolución industrial y  para Argentina, la concreción del proyecto de población y crecimiento a través de la inmigración europea.Mantegazza había firmado con el gobierno de Salta un convenio para traer familias italianas para poblar las tierras adyacentes al río Bermejo, proyecto que finalmente nunca logró concretarse .

La obra de Mantegazza era publicada por la universidad tucumana, donde su traductor, Juan Heller, conocido representante de la llamada “Generación del Centenario”, era consejero y formaba parte de un proyecto de valorar la cultura nacional.

 El autor además, escribió numerosas obras: Fisiología del placer (1880), Fisiología del dolor (1888) y Fisiología del odio (1889). Falleció en Florencia el 28 de agosto de 1910.

DISCURSO DEL “OTRO” CAPITULO UNO  

En la descripción que hace en su obra ,aparecen caracterizados los  pobladores sudamericanos como “otros” tanto físicamente como en las costumbres que presentaban:

“El que pasea por vez primera por las calles de una ciudad sudamericana y ve sucederse en pocos instantes todos los colores y todas las fisonomías humanas, queda sorprendido, confuso, como delante de una insólita y proteiforme mascarada.”(Mantegazza, 1916: 25).

Incluso por nacionalidades,

“El argentino es parco, valeroso, alegre; pueblo de pastores y de soldados democráticos. El chileno es más serio, más industrioso,más aristocrático; el paraguayo es paciente, sumiso, habilísimo en las artes mecánicas. El boliviano es dialéctico, taciturno, desconfiado; pueblo de abogados y mineros. El peruano es disipador, despreocupado, lleno de fantasía y de exceptisismo.” (Mantegazza, 1916: 23).

 Presenta a un otro sudamericano como conformista, perezoso, despreocupado e indolente:

“Si me obligase a expresar en una sola frase el carácter más saliente de la sociedad sudamericana, diría que viven en un indolente y expresivo contento; y de la bienaventurada indolencia de estos hombres, dan fe el gobierno, las leyes, las costumbres de familia, la modorra de las industria y de las ciencias, cada acto, en fin, de la vida, desde el bostezo frecuente hasta la indiferencia con que saludan los viejos cañones al nuevo presidente de la república.

En muchas regiones de América, la única respuesta que se da a un montón de preguntas, es el eterno ¿Quién sabe? y en la campaña se os responde con las mismas palabras,   cuando preguntáis a alguno su edad, el número de hijos […].” (Mantegazza, 1916: 25).

Describe algunas de sus hábitos, y costumbres,

.” El americano que ensilla su propio caballo, que se detiene cuando quiere, que relaja o acelera el paso a su gusto, es menos exacto que nosotros y más fatalista;le preocupa mil veces menos el rápido pasar del tiempo. ¿Cómo podría ser impaciente un viajero americano cuando el crecimiento de un río lo detiene en su camino una o más semanas…?” (Mantegazza, 1916: 27).

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