Diego Portales

Diego José Pedro Víctor Portales y Palazuelos, nacido en Santiago a mediados de Junio de 1793, fue un hombre de virtudes y defectos que la historia se ha encargado de posicionar como gran estadista, un adelantado para su tiempo, Ministro del Interior, Relaciones Exteriores, de Guerra y Marina del presidente José Tomás Ovalle. También conocido como un hombre duro con sus opositores políticos, al punto de ser considerado un tirano.

Diego Portales proviene de una familia de la aristocracia chilena, contó con facilidades escasas para su época, las que pudo aprovechar accediendo a estudios. Fue alumno del Instituto Nacional de Chile y fue parte de los círculos de poder. Sin duda su padre fue muy influyente en su formación, ya que trabajó junto a él en la Real Casa de Moneda de Santiago. Su gusto por el comercio se vio reflejado en la creación de su empresa Portales Cea y Compañía, la que se convirtió hacia 1824 en una de las más influyentes en el intercambio comercial de la época.

No obstante, sus capacidades, su educación, su familia, en suma su influencia social de la época, hicieron de él un hombre de ciertas contradicciones, capaz de negociar con el gobierno y a la vez ser parte de la administración gubernamental, de donde sabemos y reconocemos en él un organizador de la República. Por cierto destacamos recurrentemente sus virtudes, por lo que es común reconocer en Portales al estadista, al hombre símbolo de la vida republicana de la nación, a pesar que él mismo se declaraba lejano de los intereses políticos, como queda reflejado en las palabras que dirigió a su amigo y socio José Cea cuando aún era un comerciante:

“A mí las cosas políticas no me interesan, pero como buen ciudadano puedo opinar con toda libertad y aún censurar los actos del Gobierno. La Democracia, que tanto pregonan los ilusos, es un absurdo en los países como los americanos, llenos de vicios y donde los ciudadanos carecen de toda virtud, como es necesario para establecer una verdadera República. La Monarquía no es tampoco el ideal americano: salimos de una terrible para volver a otra y ¿qué ganamos? La República es el sistema que hay que adoptar; ¿pero sabe cómo yo la entiendo para estos países? Un Gobierno fuerte, centralizador, cuyos hombres sean verdaderos modelos de virtud y patriotismo, y así enderezar a los ciudadanos por el camino del orden y de las virtudes. Cuando se hayan moralizado, venga el Gobierno completamente liberal, libre y lleno de ideales, donde tengan parte todos los ciudadanos. Esto es lo que yo pienso y todo hombre de mediano criterio pensará igual.”

Por su particular visión de la Sociedad Chilena, puede ser considerado una figura emblemática del conservadurismo político, con claros matices de autoritarismo, cercanía con el clero y miembro de la aristocracia chilena. Sin embargo en el mundo privado, fue un hombre que sufrió la muerte de su esposa, su prima Josefa Portales Larraín y sus dos hijas que fallecieron a corta edad, sucesos que según sus cercanos templaron su carácter y lo transformaron en un hombre duro. Un hombre que luego de estos acontecimientos decía no creer en Dios pero sí en los curas. Ya que seguía siendo Católico y creía que la Iglesia era un pilar fundamental en el Gobierno de Chile.

Portales creía en el principio de la autoridad como algo natural para Chile, creía en un gobierno fuerte, rozando el autoritarismo, al punto que le atribuía a la figura del Presidente facultades que fueran incluso por sobre la constitución si así fuera necesario como queda reflejado en la siguiente expresión:

“con ley o sin ella, a la señora que llaman Constitución, hay que violarla cuando las circunstancias son extremas y qué importa que lo sea, cuando en un año la parvulita lo ha sido tantas por su perfecta inutilidad!”

Sin embargo, la postura que mostraba Portales sobre el principio de la autoridad y la idea de un gobierno fuerte en sus discursos públicos, tenía una cierta contradicción con lo que él realmente pensaba. Ya que Portales se preocupaba más de su propio bien que del pueblo entero, creía en un autoritarismo social. Como plantea en la siguiente cita Alfredo Jocelyn-Holt:

“Portales,

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