Dos Almas Diafanas En El Amor

La historia comienza en alguna parte del Ecuador, en donde Luis Carlos sale de su ciudad natal, en un bus interprovincial para estudiar en la Universidad Central de Quito. Una vez en Quito, Luis Carlos coge un taxi y se va al norte de la ciudad en donde vivirá sus siguientes 4 años. Allí entabla una charla con el taxista en donde manifiesta su descontento por el nivel de contaminación de la ciudad. Una vez que llega a su destino decide tocar la puerta de una hermosa casa y encuentra a Doña Mercedes, amiga de su padre y una señora mayor de la alta sociedad; hay conversan acerca de sus familiares e intereses. Doña Mercedes se da cuenta que Luis Carlos es un chico con un nivel de cultura impresionante y decido invitarlo a la casa de la cultura. Luis Carlos acepta.

Una vez en la exposición del arte, Luis Carlos observa a una mujer de alta clase, y la pregunta a doña Mercedes sobre aquella mujer. Resulta que es una de las mujeres más ricas y poderosas de Quito, su nombre es Melissa. Daño Mercedes estaba impresionada por la educación de Luis Carlos.

Los días pasaron y Luis Carlos fue a inscribirse en la facultad de derecho, resulta que el quería en convertirse en abogado para defender a la gente indefensa y explotada de su tierra.

El gran día llegó y Luis Carlos acudió a la universidad con un terno negro, con la mayor elegancia posible; pero al estar ahí todos lo miraron como bicho raro, algunos se reían, otros simplemente lo miraban y entre murmullos escogió su asiento. Se dio cuenta que la mayoría de los estudiantes faltaban y el decano de la facultad se encontraba de viaje.

Pero solo algo le alegraba, se había enamorado de una hermosa joven con ojos azules como el cielo, su nombre era Leonella, pero esta era una mujer despreocupada, que no le importaba para nada el estudio, y sobretodo estaba metida en una pandilla llamada “Los extrovertidos”.

Así pasó un mes, con los estudiantes incompletos y profesores que ni se acercaban a la universidad. Deprimido, daña Mercedes le pregunta que porque se encuentra así, él dice que la universidad no era lo que esperaba, que había mucho desinterés tanto de parte de los profesores como de los estudiantes.

Dos semanas después el doctor Hidrovo, el profesor más estricto de la facultad les pidió un trabajo de investigación, tenían que formar grupo para hacerlo. Luis Carlos le pregunto dulcemente a Leonella y esta energéticamente respondió que no, que a ella no le importaba eso, que quería amanecerse toda la noche en la discoteca y embriagarse hasta desfallecer. Luis Carlos decepcionado se retiro a su casa.

Llego el día de la entrega del trabajo y en el salón se escuchaban excusas por doquier, ¡no encontré la información! ¡No tuve tiempo! El doctor Hidrovo estaba muy enfadado y energéticamente regaño a sus estudiantes. No podía creer como es que la juventud actual que no tiene nada que hacer, y no es capaz de cumplir un simple trabajo de investigación. En eso salió Luis Carlos y explico que el si había echo el trabajo, que el no era un joven del montón que el quería progresar, entonces expuso y entrego su trabajo. El doctor Hidrovo sorprendido puso a Luis Carlos como ejemplo ante sus compañeros. Una vez que este se retiro los compañeros comenzaron a achacarle ¡cepillo! ¡Norio! ¡Mal pana! ¡Zorro!.

Luis Carlos no entendía porque era maltratado ya que el había hecho lo correcto, entonces Leonella se le acercó y le dijo que ser un lame botas no era nada vacan; Luis Carlos trato de explicarle que debía preocuparse por su futuro, pero ella no quiso entender y se fue. Decepcionado Luis Carlos fue agredido verbalmente por el líder de la pandilla los extravertidos:

-Nadie se mete con mis juntas y se libera así porque si.

- Yo no he hecho nada malo, solo cumplir mi responsabilidad como joven responsable que soy.

Al darse cuenta franklin de la madurez de aquel chico, lo dejó ir solo con una advertencia.

Pasaron los días y era 14 de febrero, Luis Carlos como siempre se dirigió a la universidad y encontró a Leonella sola, en un principio ella no quiso saber nada de el hasta que Luis Carlos con un ternura inimaginable le dedico poema hecho por el mismo. Leonella conmovida decide darle una oportunidad a Luis Carlos, sabe que este chico la respeta, la quiere ver mejor y sobre todo el ama.

Ese día Luis Carlos y Leonella pasaron juntos todo el día, fueron al cine y a comer. Una vez en casa, Leonella había reflexionado de lo mal

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