El paso de la promoción 39 por el colegio San Luis, junto a Don Bosco

El paso de la promoción 39 por el colegio San Luis, junto a Don Bosco

Queridos y apreciados:

Que difícil describir once años de nuestras vidas en sólo tres páginas, tantas experiencias y anécdotas por contar que se dificulta encontrar un comienzo para esta linda historia: La de nuestra promoción 39, la forma como conocimos a nuestros amigos que se convertirían en nuestros hermanos, el modo en que descubrimos a nuestro guía, Don Bosco. Los recuerdos van lloviendo poco a poco, emociones que entran por nuestro ser de igual manera, la piel que se eriza lentamente, el corazón comienza a acelerar y nuestra mente comienza a rememorar, como aquel tren que ve en su retrovisor las estaciones pasadas, las metas que con esfuerzo fueron superadas.

Todo se remonta a hace varios años cuando éramos unos pequeñines, apenas empezaba nuestra vida, el deseo por descubrir y vivir cosas nuevas abundaba en nosotros. Nuestros padres anhelaban ver a sus hijos estudiar en el San Luis colegio que siempre se ha tildado como uno de los mejores, gran esfuerzo tuvieron que hacer para hacernos aquí, en frente de ustedes. Recuerdo el día de la prueba que debíamos realizar para ver si quedábamos dentro, el miedo se apoderaba de nosotros al ver cuántos niños aspiraban por entrar y observar a nuestras futuras maestras. Era hora de escoger a la profesora que nos haría dicha evaluación, una hoja con bastantes ejercicios definiría nuestras posibilidades, a pesar de la tensión resolvimos la prueba, ahora sólo quedaba orar para poder quedar. Finalmente Dios dispuso que fuéramos nosotros que gozaríamos de este colegio, entraríamos a primer grado.

El primer día de clases fue bastante especial, nuevamente el miedo nos invadía, las ansías por ver cual maestra nos había tocado si Patricia o Noelia y de conocer  nuestros nuevos compañeros; quien diría que esas personitas pequeñas e inocentes se convertirían en mucho para nosotros. Aquel primer receso no hallábamos que hacer, éramos los más pequeños, no conocíamos a nadie, sería Dios que se encargarían de irnos juntarnos y crecer el lazo de amistad que había nacido desde ese día. Conocer el colegio fue sorprendente, ver todos esos niños, las canchas, las aulas y todo lo demás llamaron bastante la atención de nosotros, a comparación del colegio éramos unas hormiguitas. Poco a poco nos iban enseñando sobre Don Bosco, toda su historia y vida. Las primeras tareas, exposiciones y actos son muy lindos recuerdos que llevaremos siempre dentro de nosotros.

Llegaba segundo grado, una nueva estación de nuestro camino, ya no éramos los más pequeños. Lili y Ranyeli serían las encargadas de darnos la bienvenida, maestras que marcaron bastante nuestra vida. Las primeras tremenduras llegarían, a pesar de nuestro poco tamaño podíamos sacarle la paciencia a cualquiera

Finalmente tercer grado, ya nos tocaba ser los más grandes de la etapa, recuerdo la primera clase con Marlene, el miedo se podía notar en mi cara, profesora que a pesar de su fuerte carácter fue pilar para nuestro aprendizaje. Aquella primera borradora lanzada por ella jamás se me va a olvidar, si, nuestro comportamiento no era muy bueno que digamos pero en fin, ya teníamos nuestros amigos, la confianza había aumentado. Nos tocaba despedirnos, una nueva etapa llegaría para nosotros.

Cuarto grado, nuevamente volvíamos a ser los más pequeños, llegábamos a una nueva etapa, mucho más grande, tanto como las responsabilidades que vendrían poco a poco. Nuevos compañeros llegarían a unirse a este camino que habíamos empezado desde primer grado. Belkis y Evelis, nuestras profesoras que nos enseñarían bastante, formándonos como buenas personas, ejemplos de San Juan Bosco. Veíamos como nuestros compañeros ya eran amigos, jugar y disfrutar junto a ellos era emocionante.

Una nueva estación llegaba, quinto grado que personalmente ha sido uno de los mejores. El primer día de clases recuerdo estar asombrado, sería un profesor el que se encargaría de educarnos ese año, Tonny que con su carisma y forma de ser se volvería muy especial para nosotros. Cosas nuevas sucederían ese año.

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