Ensayo De Rousseau

Rousseau en su texto plantea que el hombre ha nacido libre naturalmente y cambia este estado por la libertad civil, donde gana también la propiedad de todo lo que posee. Al asociarse con los demás hombres en la creación de un pacto, el cual define como; “el acto de asociación que encierra una obligación reciproca del público para con los particulares y que cada individuo, contratando, por decirlo así, consigo mismo, está obligado bajo dos respectos, a saber, como miembro del Soberano hacia los particulares y como miembro del Estado hacia el Soberano. … una forma de asociación capaz de defender y proteger con toda la fuerza común la persona y bienes de cada uno de estos, uniéndose a todos, sólo obedezcan a sí mismo y quede tan libre como antes”. Con este acto pasó de ser un animal estúpido y limitado, a un ser inteligente y un hombre. Colocando cada uno en común su persona y todo su poder bajo la suprema dirección de la voluntad general, recibiendo también a cada miembro como parte indivisible del todo. Quien rehúse obedecer esta voluntad se le obligará a ello; se le obligará a ser libre. Sobre el derecho de propiedad explica el autor, que es el acto positivo que le hace propietario de algunos bienes, le excluye de todo el resto y debe limitarse a esa parte.

El primer modelo de estas sociedades políticas lo encontramos en la familia, siendo la más antigua y la única natural; el jefe es el padre y el pueblo sus hijos; habiendo nacido todos iguales y libres, sólo enajenan su libertad por su utilidad misma.

Los asociados del pacto, colectivamente toman el nombre de pueblo, en particular se llaman ciudadanos como participes de la autoridad soberana y súbditos, como sometidos a las leyes del Estado. Éste último es un cuerpo moral y colectivo, compuesto de tantos miembros como votos tiene la asamblea. Es Estado cuando es pasivo, Soberano cuando es activo, y Potencia comparándolo con sus semejantes. Pero éste por su parte no puede imponer a los súbditos ninguna carga inútil al común, no puede traspasar los límites de las convenciones generales.

Sobre el derecho de esclavitud dice el autor que es nulo, no sólo porque es ilegítimo, sino también porque es absurdo y porque nada significa. Las dos palabras esclavitud y derecho son contradictorias además de ser mutuamente excluyentes. Por lo tanto la fuerza no produce ningún derecho y sólo hay obligación de obedecer a los poderes legítimos, las convenciones como toda autoridad legítima entre los hombres.

La consecuencia de este pacto es la voluntad general que puede dirigir las fuerzas del Estado, el cual tiene como fin el bien común, ya que ésta voluntad se inclina por la igualdad y la particular por los privilegios. La soberanía como ejercicio de la voluntad general no se puede enajenar ni dividir en su principio, pero si en su objeto, y lo hacen en fuerza y en voluntad, en poder legislativo y poder ejecutivo.

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