Gabreil Saldivar

Gabriel Saldivar

Escribir una historia de Tamaulipas, cuando no se contaba con ninguna obra de consulta ni de cronología siquiera a la que se pudiera seguir, bien para corroborar los datos, rectificarlos o ampliarlos, y con una documentación excesivamente dispersa, era tarea que requería demasiado tiempo; primero para reunir los apuntes respectivos y después para hacer el trabajo de depuración, interpretación y síntesis.

El archivo Franciscano que se conserva en la Biblioteca Nacional, documentos aislados en el Museo y las riquísimas colecciones que forman los ramos de Provincias Internas, Misiones, Tierras e Historia del Archivo General de la Nación, son la más preciosa fuente para historiar la época del Nuevo Santander y sus antecedentes; mi mayor aliciente en esta empresa era formar a mi terruño una historia y verla publicada; solo que el tiempo necesario para la elaboración de aquel cúmulo de elementos, no se compaginaba con la necesaria lucha por la existencia son la retribución del tiempo invertido, y acudí al más indicado para la resolución de este problema, el Gobernador del Estado, y tras la negativa o el silencio obtenido a varias instancias.

Gómez fue el gobernador del estado, solo puede terminar las épocas antigua, Colonial y de la independencia, que leyó con detenimiento, anoto con cada detalle y me surgieron no pocas ideas que creo haber aprovechado.

El Gobernador que se rebeló en 1923, y la documentación del siglo XIX, en poder del Archivo General de la Nación, está perfectamente guardad sin acceso para nadie esperando el Director del propio Archivo que la ponga al alcance de los investigadores. En estas condiciones solo quedaba accesible el Archivo de don Benito Juárez, que el licenciado Priada Santacilia obsequio a la Biblioteca Nacional. Pero únicamente como fuente histórica de la Reforma y la Intervención; el resto hubo de investigarse en uno que otro periódico aislado.

Agradecimiento a los tamaulipecos que proporcionaron algunos fatos, especialmente a la señorita profesor Ramona González, el profesor químico Arturo Olivares al profesor Rafael Tejeda, al licenciado Zeferino Fajardo, al historiador Joaquín Meade Trapaga y al licenciado Emilio Portes Gil.

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