LA VIDA DE BENJAMIN SOLARI
Enviado por GISB • 5 de Diciembre de 2013 • 1.446 Palabras (6 Páginas) • 288 Visitas
Benjamín Solari Parravicini nació en Buenos Aires el 8 de agosto de 1898 y falleció en ibídem Buenos Aires Argentina a los 76 años de edad el 13 de diciembre de 1974.
Fue un pintor y escultor argentino. También es conocido por una serie de dibujos proféticos que realizó a lo largo de su vida.
Durante toda su vida se dedicó a la pintura con bastante éxito: obtuvo un premio en una exposición internacional organizada en la Rural (en la ciudad de Buenos Aires) y enseguida expuso en Lieja, Bélgica, donde consiguió una medalla de oro y logró que el rey Alberto I comprara una de sus obras. Fue profesor en el Liceo de España (en Buenos Aires), encargado del Departamento de Artes en el Banco Municipal de Buenos Aires, director de Arte y Ayuda Social del Banco Municipal de Préstamos, jefe de la galería de exhibición de la municipalidad de Buenos Aires y secretario de la Asociación para el Desarrollo de las Artes (en 1948).
A mediados de 1928 invitado especialmente, concurre a una Exposición Internacional de Arte en Lieja (Bélgica), donde es recompensado con el primer premio y medalla de oro. El rey Alberto I le adquiere la obra ganadora, pero al igual que hiciera con el presidente Alvear (en su primera exposición de 1926), Benjamín Solari le obsequia la obra «en nombre de la juventud argentina». Por el rasgo luego recibió medalla recordatoria y una elogiosa esquela.
El mismo año asiste a la Exposición Internacional de Artes en París (Francia) que se lleva a cabo en el Petit Palais, donde obtiene el primer premio con medalla de oro, diploma de honor y recibiendo también el título de Jury Municipal Vitalicio de París. El cuadro premiado fue un payaso, su título El circo se va, que es donado al igual que sus otros trabajos premiados.
En 1930-1931-1932 presenta con grandes éxitos exposiciones humorísticas, inspiradas en las temporadas veraniegas de la costa argentina.
En 1936 realiza en ALBA su gran exposición Circo y su cuadro titulado Ocaso es adquirido por el Museo de Bellas Artes de Corrientes, también dona a la misma provincia una nueva versión de la obra El circo se va. En 1937 expone nuevamente sus temas predilectos y pinta el cuadro El ejército y el pueblo que dona al comando de guerra y es entregado en gran acto oficial. En 1938 presenta en ALBA un conjunto de cuadros «psíquicos» (de arte abstracto) en donde el artista deja reflejar sus momentos espirituales de gran inquietud.
En 1941, Benjamín Solari llevó a cabo una exposición suprarrealista en los Salones del Estímulo de Bellas Artes (Buenos Aires). En esa ocasión presentó también un conjunto de telas de arte abstracto. Entre las obras más destacadas del artista estuvieron: La fatuidad, La idea fija y Lirismo. Algunas de estas obras luego, siguiendo la costumbre del artista, serían donadas a diversos museos de la provincia de Santa Fe y de Buenos Aires.
Abducido por ovnis:
El ufólogo Fabio Zerpa cuenta en su libro Benjamín Solari Parravicini: el Nostradamus de América que el artista afirmaba que una nave extraterrestre lo había raptado mientras se encontraba sentado en un banco en la acera de la avenida Nueve de Julio (en pleno centro de Buenos Aires), cuando se le acercaron dos seres de ojos blanquecinos. Una enorme luz los envolvió hasta transportarlos a una sala circular, con paneles luminosos y un tubo central en el cual se movían los individuos. Uno de ellos se acercó y le dijo telepáticamente: «Debes predicar amor. Universo es armonía. Los estamos observando. Su conducta es agresiva. Tenemos muchos elegidos. Volveremos a encontrarnos». Sólo regresó al mismo banco más de tres horas después, a las 18:40 hrs.
Profecías
Desde su infancia hablaba de hadas, duendes y ángeles. Su padre ―que era psiquiatra― lo sometió a varios tests que demostraron que no padecía ninguna enfermedad.
En 1932, mientras dibujaba y pintaba en su estudio, comenzó a pensar ideas espontáneas, frases y dibujos que para él no tenían sentido y que escribió en papel. Siendo católico destruyó muchos de estos dibujos porque no creía en ellos. Solari declaró en varias oportunidades que al realizar estos dibujos, oía una voz y sentía que su mano era guiada:
Siempre se tomaba su copita de jerez, rezaba varios padrenuestros y avemarías y después los ojos se le daban vuelta para arriba y comenzaba a hablar con voz pausada y gruesa.
Pedro Romaniuk, amigo de Benjamín Solari Parravicini.
Benjamín Solari realizó según él bajo mandato de su ángel de la guarda llamado José de Aragón
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