Las mejores Crónicas de un pueblo
Enviado por Daniel Yar Jácome • 12 de Abril de 2018 • Trabajo • 837 Palabras (4 Páginas) • 273 Visitas
Universidad Central del Ecuador
Facultad de Comunicación Social
Nombre: Daniel Yar
La conversación con Don Gonzalo Almeida ¨La Historia viva de Ascázubi
Es una calle adoquinada, en plena esquina de la Av. Panamericana en Ascázubi se encuentra la vivienda de un sastre muy anciano, y todo un personaje para el pueblo. Actualmente tiene 92 años y su nombre es Gonzalo Almeida, vive acompañado de su hija. También se ha dedicado la mayor parte de su vida a la sastrería, con ella pudo educar a todos sus hijos. ¨Tengo un hijo y una hija que son ingenieros comerciales, uno es odontólogo, dos son profesores y mi hija que esta conmigo estudio belleza.
Don Gonzalo es un hombre de oficio y entregado a su trabajo. Cuando era joven su objetivo inicial era ser parte de la policía nacional para lo cual fue a Quito, una vez que vio la situación de la institución se decepciono. ¨Yo quería ser policía; pero al ver a esos jóvenes con los zapatos rotos, pantalones zurcidos, una lastima me decepcione¨. Y Don Gonzalo se dedico a aprender el oficio de sastre, lo aprendió en un año aproximadamente y se regreso a Ascázubi su pueblo natal donde ha confeccionado trajes y pantalones para la gente que hasta el día de hoy lo aprecia.
Entre sus memorias guarda la historia de su pueblo, la atesora y la conoce a la perfección y nos dice que antes nos había nada. ¨Nosotros jugábamos en la tierra, nos escapábamos a caernos siempre, el pueblo era triste no había nada. Calle no había solo unos cabuyos mejicos por todo lado; pero la gente de a poco viendo que otros pueblos tenia calles, hacían de un lado el uno y el otro para hacer la calle¨. Los hechos que narra Don Gonzalo están marcados por la experiencia de la vida. Sus palabras están cargadas de nostalgia que se marcan en su mente lúcida.
En el pueblo hay gente anciana, pero Don Gonzalo dice que como él ninguno y sobre todo que recuerde como sucedieron las cosas. ¨He sido tres veces teniente político y nunca cobré nada indebido, solo mi sueldo que no alcanzaba era de 120 sucres yo eso cogía de un terno, y cuando fui teniente me tocaba hacer los dos oficios. Pero cuando todo empezó porque el teniente era un corrupto, por todo cobraba. La gente no podía hacer ningún tramite porque la tenencia cobraba en plata o sino en animales y tierra era injusto. Al ver esto la gente se calentó y yo también denuncie, me fui a Cayambe y me dijeron y que hacemos con su denuncia nada. Pero la gente indignada salió a protestar y a mi me ofrecieron el calabozo. Yo entonces mande a repicar las campanas de la iglesia y la gente salió y al verme así un hombre agarro un palo y le rompió en la cabeza al teniente sacándole sangre, luego llego la policía como unos 4 o 6 jeeps y ahí hubo una lucha la gente a puño limpio le saco a la policía, fue una verdadera revolución.
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