Linea historica sobre vida y obra de Domingo F Sarmiento.

LÍNEA HISTÓRICA SOBRE: DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO.

1811-El 15 de febrero, en uno de los barrios más pobres de San Juan, nació Faustino Valentín, más conocido como Domingo Faustino Sarmiento. Hijo de José Clemente Sarmiento Funes y Paula Albarracín de Sarmiento. Aprendió a leer a los 4 años, fueron su padre y su tío, José Eufrasio Quiroga, quienes le enseñaron.

1816- Ingresó en la Escuela de la Patria, que había fundado la Primera Junta.

 En 1823, a los 12 años, no pudo obtener por sorteo, una beca para entrar en el Colegio de Ciencias Morales de Buenos Aires. Por ese hecho-y porque nunca siguió estudios formales- siempre se consideró un autodidacta.

1826- Ya adolescente se fue a vivir a la provincia de San Luis, con su tío, el sacerdote José de Oro. Allí  en un poblado rural llamado San Francisco del Monte, abrieron una escuela y el joven sanjuanino, con apenas 15 años enseñó a leer a jóvenes más grandes que él. Ese fue el origen de su vocación como educador. En 1827 volvió a San Juan y trabajó en una tienda.

1828- Con 17 años se incorporó a las milicias Federales con el grado de Subteniente. Al poco tiempo cambió de bando, debido a la mala impresión que le causó el ingreso a la ciudad de las montoneras, del caudillo riojano Facundo Quiroga, y se unió al ejército unitario del general José María Paz.

1830- Paz cayó prisionero y Sarmiento debió exiliarse en Chile. Allí intentó varias formas de ganarse la vida: atendió una fonda y abrió una escuelita en Pocuro, donde se enamoró de una alumna, María Jesús del Canto, con quien tuvo una hija, Ana Faustina, en 1831. También fue maestro particular en Santa Rosa, empleado de comercio en Valparaíso y minero en Copiapó.  

1835- Se enfermó de fiebre tifoidea, un año después, en 1839 regresó a San Juan, donde fundó una compañía teatral, creó la Sociedad Literaria y organizó el primer Colegio para Señoritas de la Advocación de Santa Rosa de Lima.

1839- En la ciudad de San Juan editó el periódico El Zonda, pero su estilo agrio y burlón le trajo problemas con el gobernador provincial, Nazario Benavidez y perseguido por orden de Juan Manuel de Rosas decidió volver a Chile. Al comenzar el cruce de la Cordillera,  tomó un trozo de carbón y escribió una frase de un escritor francés en la roca: “las ideas no se matan”. Ya en Chile, se dedicó a la enseñanza y a desarrollar su vocación periodística.

1842- Fundó el periódico El Progreso, en el cual era redactor, también fue director del Instituto de Preceptores, la primera institución dedicada a formar docentes en América del Sur.

1845- Publicó su obra más importante, Facundo o civilización y barbarie. Sus páginas contenían críticas al gobernador bonaerense, Juan Manuel de Rosas. Para evitar un conflicto internacional el ministro de Cultura, de Chile, le encargó recorrer Estados Unidos y algunos países de Europa y África para elaborar un informe con los métodos educativos que allí se aplicaban.  

1848- Se casó con Benita Martínez Pastoriza, una mujer viuda y adoptó a su hijo, Domingo Fidel. En este año también se casó Faustina, su hija, que había sido criada por sus tías y abuela paterna.

1849- Publica “Viajes por Europa, África y América y de la Educación Popular, donde narra la experiencia de su viaje en 1845.

1851- Volvió a la Argentina y se incorporó al Ejército Grande, comandado por Justo José de Urquiza, para pelear contra Rosas. Participó de la Batalla de Caseros pero luego del triunfo no se entendió con Urquiza y regresó a Chile.

1862- Luego de la derrota de Urquiza en el combate de Pavón, Mitre asumió como presidente. Para pacificar el país y lograr la unificación nacional envió interventores a las provincias y Sarmiento fue nombrado gobernador de San Juan. Fundó un colegio secundario, construyó caminos, calles, edificios públicos, promovió la actividad minera e impulsó una Ley Orgánica de Educación. Pero su estilo arrollador y altanero no agradaba a los sanjuaninos. Además, puso a la opinión pública en su contra al  ordenar una brutal campaña militar que culminó con la muerte del caudillo riojano Ángel “El Chacho” Peñaloza. Sarmiento entonces renunció a la gobernación.  

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