Los reyes

“LOS REYES”

La obra escrita por Cortazar, conocida como los reyes se refiere a la historia del mito del Minotauro, en la primera escena Teseo, rey de Atenas establece un diálogo con el rey de Creta Minos, cuya conversación se refiere al error que está causando el Minotauro a la ciudad. Luego en la segunda escena Teseo acude entregándole a Ariadna un ovillo de hilo para que guiándose por este dentro del laberinto pueda liberarse del Minotauro. En la tercera escena Teseo enfrenta al Minotauro, ambos demuestran sus cualidades y atributos. Y por último en la cuarta escena el Minotauro en un dialogo con el Citarista, de manera valiente y reflexiva entiende que ha llegado a su fin.

Conociendo el contenido de la obra de Cortazar, me resulta interesante referirme a qué relación hay entre el mito clásico y la obra del autor conocida como los reyes.

En relación con esto podemos señalar que el autor se basa en el mito griego del Minotauro, sin embargo podemos destacar que si desglosamos cada acto de la obra encontraremos que el autor tiene una visión peculiar del minotauro.

Se observa un diálogo del rey Minos con su hija Ariana y no Ariadna, como el personaje del mito en donde se perciben varias características innovadoras de estos personajes. Las peculiaridades más profundas se vinculan al hecho de ser el rey Minos un monarca atormentado por la figura del Minotauro que desea la muerte del mismo y, en contrapartida, su hija Ariana una mujer profundamente atraída por su medio hermano que anhela la liberación de éste. Tales afirmaciones, que no son referidas por ningún mitólogo, se desprenden, entre otras, de las siguientes frases del rey y de su hija respectivamente: “Allí mora, legítimo habitante, esta tortura de mis noches, Minotauro insaciable.” (Los reyes, Julio Cortázar, año 2004, página 11). “Todo lo que sigue es solamente deseo, carne triste, involuntaria. ¡Oh hermano solo, monstruo capaz de excederme hasta en la primera ausencia, de revestir con miedo mi primera ternura!” (Los reyes, Julio Cortázar, año 2004, página 22).

Otras características novedosas que pueden observarse en los personajes de mención son: un acentuado rencor por parte del rey Minos hacia su esposa y hacia la mujer en general y un profundo miedo de la figura del Minotauro como potencial usurpador de su corona; una relación tortuosa entre padre e hija que se trasluce en posturas altamente contradictorias en relación al tratamiento que el Minotauro recibe; una actitud irreverente y activa de Ariana que rebate y no acepta las imposiciones de su progenitor.

Primer Acto:

En primera escena se plantea un diálogo entre Minos y Teseo, en donde éste último es caracterizado, a través de su discurso, como una persona soberbia que se cree un rey, un igual:

“Ella es el vértice que une nuestras des líneas reales”, enemiga de la palabra.

“Callad, filósofos. Tan pronto llenéis de razones mi valor, me echare a temblar”.

“¿Quién sabe de enigmas? Yo ataco” (Los reyes, Julio Cortázar, año 2004, página 34)

En oposición, en el mito griego, Teseo destaca por ser un personaje o bien un héroe que además del “vigor de su cuerpo, daba muestras de valentía y de un talante asegurado con su buen juicio e inteligencia”, (Plutarco, Los reyes, 2001, página 12), además de mencionar que los habitantes de Atenas “quedaron prendados por su amor al pueblo” (Plutarco, 2001, página 27). Autores más modernos afirman que Teseo era un verdadero héroe mitológico y fue considerado como el rey más justo y sabio de Atenas.

Segundo Acto: El segundo acto exhibe una Ariana reflexiva evocando escenas del pasado en la vida del Minotauro y relatando algunas sensaciones que pueden considerarse piezas claves dentro del texto de Cortázar. Cuando Ariana recuerda que le dijo a Teseo “Si hablas con él dile que este hilo te lo ha dado Ariana” (Los reyes, Julio Cortázar, año 2004, página 50), está denotando profundos cambios en la postura que la misma posee clásicamente. Cortázar hace referencia a el amor prohibido de Ariana, hace que entregue el hilo con la finalidad de propiciar un medio de escape para su hermanastro una vez que éste asesine a Teseo, usado como una simple herramienta de liberación de la bestia.

Tanto en un rey cobarde y atormentado como en una princesa enamorada incestuosamente de un monstruo, Cortázar consigue producir nuevos arquetipos de personajes míticos en los cuales los móviles que los impulsan a actuar son contrarios de los motivos que presentan los relatos tradicionales. Pero la mayor transformación en la obra se produce en los personajes Teseo y el Minotauro, pues éstos son colocados de tal forma en el texto que se produce una alteración de los paradigmas protagonistas y antagonistas que están presentes en el clásico mito del minotauro.

Otro aspecto interesante es el papel que la palabra juega en este tramo y como el lenguaje, como vehículo de información, influye en un Minotauro sensible al mensaje y a lo comunicado. Como ya se había observado, Ariana sostenía una gran pasión por su medio hermano, sentimiento que conllevó a la entrega del hilo al héroe, con la finalidad de que el propio monstruo utilice esa herramienta para escapar del laberinto-prisión, el plan de Ariana, se supone, hubiese funcionado, si Teseo no hubiera modificado el mensaje del cual era portador. La frase a ser repetida por el héroe se limitaba a referir que el hilo había sido entregado por la princesa, para provocar en el monstruo la idea de que su hermanastra enviaba la llave que terminaría con su reclusión luego de dar muerte a Teseo. Este último, quizá por el desprecio o la poca importancia que daba a la palabra, mencionó que Ariana “dio este hilo, para recobrarme cuando te haya matado.” (Los reyes, Julio Cortázar, 2004). Este suceso modifica profundamente el de correr de la historia, pues el Minotauro pasa de la ilusión de unirse a su hermana, por la cual también sentía atracción, a la frustración de descubrir que las vidas de Ariana y de Teseo se encontraban sentimentalmente entrecruzadas. Esa ambivalencia o bipolaridad sentimental se observa apareciendo en el recorrido de los dichos del Minotauro cuando refiere:

“¡Un hilo! Entonces puedes salir de aquí [...] Entonces el que mate al otro puede salir de aquí [...] Ariana mezcló sus dedos con los tuyos para darte el hilo. Ya ves, el hilo de agua se seca como todos. Ahora veo un mar sin agua”. (Los reyes, Julio Cortázar, 2004).

Nótese como la última frase refleja la desilusión que experimenta el Minotauro, sentimiento que mitiga la decisión de acabar con la vida de Teseo y refuerza su carácter humano. A partir de ese momento se observa en el diálogo entre los personajes una nueva perspectiva

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