Marco Denevi

Marco Denevi (1922-1998) es un autor argentino, hasta hoy conocido por muchos como el autor de su primera y más famosa novela: Rosaura a las diez. Su biografía no es la típica de un escritor que de pequeño escribía sin pausa, que resulte conocido y estudiado hasta en sus obras menos significativas, que haya recorrido el mundo dando conferencias en diversas universidades y cuyo prestigio en el mundo académico sea incuestionable, o que tenga abundantes discípulos inspirados por su escritura. La biografía de Marco Denevi es, más bien, la de un autor desconocido que publicó su primera obra a la edad de treinta y cinco años; que estudió Derecho y trabajó durante veinte años en la Caja Nacional de Ahorro Postal en Buenos Aires y sólo a la edad de cuarenta y ocho años decidió renunciar a su puesto de trabajo y dedicarse a la escritura. Su obra creativa - que con el tiempo le fue otorgando premios importantes como el Premio Kraft y el Premio de la revista Life3 - recoge novelas, relatos, microrrelatos, obras de teatro, libros infantiles y hasta guiones que escribió para las versiones fílmicas y televisivas de sus propias obras. La mayoría de las veces, la crítica se inclina a colocar el nombre de Marco Denevi bajo el título de la designada «Generación del 55». En otras ocasiones, Marco Denevi es clasificado como un autor del realismo, de la modernidad o de la postmodernidad. Lo cierto es que es difícil colocarlo dentro de una corriente literaria específica, dado que no corresponde del todo a ninguna. En su obra hay, más que todo, una preocupación por lo que es el ser. Por debajo de cuestiones como la deshumanización del individuo por la burocracia, o su lugar en el ámbito socio-nacional de la Argentina de aquellos años, emerge su intensa preocupación por el ser humano – sus relaciones con los demás, su lugar en la sociedad y sus luchas interiores consigo mismo. Bajo la influencia de la modernidad y el existencialismo, por un lado, y del peronismo, por otro, se halla en ella una combinación entre la búsqueda de la identidad del ser individual y la búsqueda del ser argentino. Su narrativa se caracteriza por su singularidad, especialmente por una escritura enormemente sensible para abordar temas como la soledad, la sexualidad, la pertenencia y el lugar del individuo en el mundo. Logra presentar al lector su agudo sentido de humor, lleno de ironía y sutileza, sin descuidar de las técnicas de la narración que se evidencian en la aplicación de las diferentes estrategias narrativas tales como la caracterización de los personajes, la voz narrativa y el uso del tiempo y, fundamentalmente, el espacio.

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