Medallista De Plata En L.A. 84

Héctor López se hizo boxeador en Estados Unidos, pero nunca olvidó que nació en México. Su apariencia física estaba a la moda entre la juventud de aquél país: colita de caballo trenzada caída sobre su espalda, pero eso no importó, la imagen que quedó grabada fue cuando subió al podio para recibir la plata olímpica en Los Ángeles 84.

Problemas familiares propiciaron que su madre Alma Lucinda Colín decidiera probar fortuna en California (Glendale, suburbio de Los Ángeles), donde vivía su hermana Martha, llevándose a Héctor a los siete años.

Con documentos en regla, Alma Colín consiguió trabajo en un taller de costura, y Héctor entrenó en la sede del Ejército de Salvación, enorme edificio en las afueras de Glendale, que había sido una de las primeras cárceles del Condado. En el cuarto piso estaba un iluminado y limpio gimnasio, con cuatro cuadriláteros y bastantes casilleros.

A sus ocho años (nació en el DF el 1 de febrero de 1967) fue entrenado por Gordon Wheeler, quien lo llevó a ganar infinidad de títulos hasta convertirlo en el mejor peso gallo de la Unión Americana. Por su forma de pelear se ganó el apodo de “Huracán”.

En la última semana de mayo de 1984 hubo un dual meet México-EU en Santa Ana, California. Por el país anfitrión estuvo Héctor, quien derrotó en 45 segundos a Edgar García, campeón nacional gallo de nuestro país.

Al día siguiente, Raúl “ratón” Macías, titular de la Federación Mexicana, informó que López era parte de la preselección. La decisión molestó a algunos directivos y programó la revancha a puertas cerradas en el CDOM. El “Huracán” ganó en el segundo, y a sus 17 años estaba listo para representar a México en Los Ángeles 84.

El equipo tricolor era dirigido por el búlgaro Stavri Baclivarov, quien no aceptó la forma de pelear López, un estilo profesional que contrastaba con el del resto del equipo, muy amateur y con técnica europea.

López no cambió y empezaron las diferencias con el búlgaro, que presionó a las autoridades de la Federación para que Héctor concediera una oportunidad a Fernando Araux, que vivía en Nuevo México, pero regresó a Arizona con un nocaut en dos rounds.

En los Juegos Olímpicos se presentó en el Olympic Auditorium con 92 peleas, 84 victorias (41 antes del límite ) y 8 derrotas. Héctor ganó por nocaut en tres a Johnny Assadoma (Indonesia), 4-1 a Joe Orewa (Nigeria) y 5-0 a Ndaba Dube (Zimbawe) y Dale Walaters (Canadá).

En la batalla por el oro, Héctor perdió con el italiano Maurizio Stecca, en un fallo controvertido de 4-1 dado a conocer por el anunciador oficial, acompañado de una sonora rechifla que continuo cuando el réferi Sukar levantó el brazo del europeo.

Hasta la fecha, Héctor sigue con la idea de que fue despojado, pero los especialistas

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