Metatexto De El Sur De Jorge Luis Borges
Enviado por andreheredia • 11 de Septiembre de 2012 • 1.842 Palabras (8 Páginas) • 852 Visitas
METATEXTO: El sur.
Allen Phillips: relaciona la situación del personaje Dahlmann con cierto aspecto biográfico del autor (12). Además propone dos tipos de lectura para enfrentarse al cuento: una de carácter lineal y una especie de segunda lectura que incluiría el viaje como un sueño. Philips explica la credibilidad de tal hecho "por el golpe en la frente y la fiebre atroz que provoca". Para avalar tales afirmaciones, el autor se sirve de unaentrevista sostenida por Borges con James Irby y en la cual el poeta declara: "Todo lo que sucede después que sale Dahlmann del sanatorio puede interpretarse como una alucinación suya en el momento de morir de septicemia, como una visión fantástica de cómo hubiera querido morir".
Zunilda Gertel: relaciona la situación del personaje Dahlmann con cierto aspecto biográfico del autor (12). Además propone dos tipos de lectura para enfrentarse al cuento: una de carácter lineal y una especie de segunda lectura que incluiría el viaje como un sueño. Philips explica la credibilidad de tal hecho "por el golpe en la frente y la fiebre atroz que provoca". Para avalar tales afirmaciones, el autor se sirve de unaentrevista sostenida por Borges con James Irby y en la cual el poeta declara: "Todo lo que sucede después que sale Dahlmann del sanatorio puede interpretarse como una alucinación suya en el momento de morir de septicemia, como una visión fantástica de cómo hubiera querido morir".
"El Sur" que la postulación de una realidad imaginaria provocada por el desdoblamiento febril del propio Dahlmann. A nuestro entender es la diégesis misma, las frases narrativo-descriptivas como discurso del narrador, las que nos llevan a la otra orilla, donde realidad e irrealidad se confunden en una realidad suprema: una superrealidad. Por lo tanto, comprender el viaje al sur como una segunda lectura solo nos parece pertinente desde un punto de vista metodológico, para estudiar los planos temporales y espaciales que reflejan los diversos estados de conciencia del personaje. Demostrar, entonces, que la realidad del cuento se concentra y sostiene en el sueño-viaje que es, precisamente, su condición fantástica, será nuestra tarea. Y, como no queremos ser mal interpretados diremos que, cuando hablamos de realidad, lo hacemos con la firme convicción de que el término, al igual que la Estética, no puede ser encasillado en ninguna época. Él permanece alejado del tiempo y del espacio porque es una palabra que evoluciona con el hombre, con su propia sensibilidad. Para nosotros realidad es una expresión que acompaña la conciencia imaginativa de cada individuo en cada momento de la historia.
Para Zunilda Gertel el ejemplar de Las mil y una noches juega un papel primordial como causa del accidente y también actúa como estímulo psíquico. El volumen de Las mil y una noches es elemento estructural clave en la conexión de las dos identidades de Dahlmann y es símbolo de la estructura de “El Sur”, ya que es ejemplo clásico deenchâssement estructural. En la primera parte del cuento, el libro maravilloso es la causa del accidente y además sirve para ilustrar las pesadillas de Dahlmann durante la primera noche de fiebre. Aquí los relatos de Las mil y una noches operan como modelos literarios. En la segunda parte Dahlmann deja de leer en la pulpería para actuar como Martín Fierro. Aquí la función del libro es contraponer el mundo intelectual con el mundo primitivo de la pampa. Según Gertel, el libro también representaría el laberinto.
Beatriz Sarlo: Borges, un escrito en las orillas.
"El Sur" es, al mismo tiempo, trágico e irónico. Advierte doblemente que el pliegue que separa dos culturas tiene un filo amenazador. Uno de sus peligros es el romanticismo blando y evocativo del pasado criollo que conduce a una literatura de revival rural pensada sobre la imagen de una edad de oro, evocada por una est ética pintoresquista que purifica la barbarie administrándola en un elenco de virtudes que quieren ser heroicas y resultan mediocres. Borges escribe que el destino es ciego e implacable con quienes se equivocan. Esto se aplica a la ensoñación de Dahlmann y anticipa el desenlace de las adopciones descuidadas. Distraído por el pintoresquismo de la escena rural y la tipicidad de una pulpería, Dahlmann no puede resistir la tentación del duelo que puede ser leído como cumplimiento de un destino pero tambi én como castigo por su bovarismo, porque el criollismo de Dahlmann es, como el romanticismo de Emma Bovary, un efecto superficial y trágico de la literatrua tomada al pie de la letra. Ambos sentidos forman el pliegue de la ironía en el relato.
Mi lectura de "El Sur" busca la ironía en la alegoría y la alegoría en la ironía del relato: como sea, nunca hay final feliz, ni mezcla pacífica, sino conflicto. La muerte de Dahlamnn es significativa no sólo porque adopta la forma de un duelo criollo bajo el cielo de la llanura (peripecia que comenzó a escribirse en Martín Fierro), sino porque el hombre en quien ese destino se cumple es bibliotecario y nieto de un pastor protestante europeo. Dahlmann, dice Borges, cultivaba un "criollismo algo voluntario, pero nunca ostentoso", propio de un hombre de ciudad, lector de las Mil y una noches, ajeno a la dimensión arcaica (y quizás producida por el delirio) del pobre almac én de llanura adonde llega para recibir el mandato de un duelo. La realización de esta heterogeneidad (verdadero oximoron, como lo es la 'india-de ojos azules-cautiva-inglesa') remite no sólo al doble origen de Dahlmann y de Borges, sino
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