No Le Di El último Beso A Mi Madre
Enviado por hermes777 • 8 de Mayo de 2015 • 433 Palabras (2 Páginas) • 186 Visitas
NO LE DI EL ULTIMO BESO A MI MADRE
Como todas las mañanas desde hace ya 6 años
Me despertó mi madre esta mañana para ir a la escuela,
Había pasado mala noche, con pesadillas sobre monstruos,
Y me costaba trabajo levantarme,
A los 10 minutos mi madre volvió a despertarme
Esta vez con más premura, se me estaba haciendo tarde,
Me levanté como un bólido, apenas si me lavé la cara
Me zampé el desayuno en un abrir y cerrar de ojos
Y ahí estaba mi madre diciéndome- que comas despacio,
Que te vas a ahogar-
Con las prisas del momento le contesté de mal talante:
-Si, ya lo sé, no empieces a regañarme,
aún tuve que soportar las preguntas de rigor:
-¿Llevas el almuerzo?, ¿te cepillaste los dientes?,
¿Tienes listos los libros....?
Yo aún más impaciente le contestaba levantando un poco la voz
-¡Que te dije que sí!-
Ella sonrió suavemente y me dijo:
-Anda, dale un beso a tu madre
y ve con cuidado a la escuela.-
Alcé los hombros con fastidio y le dije medio enfadado:
-¡Mamá! Que ya es muy tarde no tengo tiempo para eso!-
-Está bien hijo, ve de prisa, que Dios te proteja.-
Aún retumban mis propias palabras en mi oído:
-No tengo tiempo para eso...-
Con las prisas y el enfado me pasó por alto
un levo destello de tristeza en su mirada,
mientras iba corriendo hacia la escuela
estuve a punto de regresarme a darle el beso a mi madre,
sentía un nudo en el corazón,
pero mis compañeros comenzaron a llamarme
y fui hacia ellos, ¿con qué excusa regresaría?
¿Qué iba a darle un beso a mi madre?
se hubiesen reído de mí.
De todas formas al regresar a casa
después de las clases vería a mi madre
en la puerta de mi casa esperándome como siempre,
temerosa de que me suceda algo, impaciente si tardo unos minutos,
ya que me he entretenido con los amigos.
El día se me pasó volando en la escuela,
entre clase y clase, juegos y almuerzo,
y se me había olvidado el incidente de la mañana,
sin embargo esta vez, apenas sonó el timbre salí corriendo
a mi casa sin entretenerme,
desde la esquina esperaba divisar la figura de mi madre
en la puerta, pero no había nadie esta vez,
supuse que estaría adentro entretenida con algo
pero extrañé de momento su presencia tan segura.
Antes de tocar el timbre salió a la puerta mi padre,
¿Pero era mi padre? Aquel hombre era mucho más mayor
de lo que siempre me había parecido,
los hombros caídos, los ojos hinchados y un profundo halo de tristeza lo rodeaba,
mi corazón empezó a latir alocadamente, presintiendo algo,
apenas
...