Relaciones

La construcción de una relación de pareja sólida (no rígida) fortalecida, madura y saludable, a mi modo de ver, es todo un Arte. Y es un arte, porque implica todo un proceso de crecimiento de cada uno de los miembros, es un proceso que implica aprendizajes y desaprendizajes también, terminar y volver a empezar de nuevo... y así sucesivamente. Pero una de las cosas más importantes es que a lo largo de todo este camino, tengamos la conciencia abierta y el corazón dispuesto. Con todo esto no quiero decir de que debamos de esperar mucho tiempo (de aquí a que “nos realicemos personal o profesionalmente”) para comenzar ese viaje tan enriquecedor y nutritivo de la relación de pareja. No, nada de eso. Pienso que desde ahora, nos podemos dar la oportunidad de permitirnos y elegir Amar, de fluir con nuestras emociones y ya en el camino iremos aprendiendo, perfeccionando en la medida de lo posible nuestro arte para construir pareja.

De esta manera, por medio del presente ensayo se busca retomar varios planteamientos de algunos autores que hablan sobre el presente tema, junto con lo visto en clase, para nutrir la propia percepción sobre la pareja, y retroalimentar las propias vivencias, encontrando de alguna forma, alguna orientación y significado a éstas. Y sobre todo, -reitero-: permitirme disponer mi corazón y abrir mi conciencia.

En ese orden de ideas, es importante mencionar a: Hendrix en su texto Amigos y amantes, él menciona que “En la necesidad compulsiva de las personas por trabajar en los asuntos inacabados, proyectan en su pareja los rasgos paternos... [continua]

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