Silverio

Cada autor tiene su forma de escribir muy propia; Mariano Azuela es este libro me deja la sensación de insatisfacción y al mismo tiempo de gratificación, esto, porque de una manera muy peculiar y realista me muestra la historia de personas que impulsaron la revolución y como vivieron durante ese tiempo; insatisfacción porque las personas que están involucradas en este relato son luchadoras por una buena causa pero aun así, dejan ver su lado por así decirlo “malo” y esto me resulta un poco confuso pues a pesar de lo que predicaban también ellos tomaban en ocasiones un papel déspota y prepotente, aprovechándose del papel que representaban para el pueblo en general. La gente luchaba por una misma causa pero cada uno era “puerco” a su manera, no me refiero a ser desleales (porque lealtad había y con mucha fuerza), si no, la forma en que hablaban y se trataban entre ellos, era grosera y un tanto egoísta, llegando al punto de tener enfrentamientos entre ellos y así matarse. Demetrio Macías, tenía la esencia y espíritu de luchador, el papel de líder lo llevaba muy bien a la práctica, como todo soldado que va a la guerra; bien despierto, con miedo pero dispuesto a enfrentarlo. Hablando de la historia en sí, se denota energía, lealtad, compañerismo, coraje para luchar, pues las personas que se levantaron en armas  tenían conocimiento de que posiblemente perderían la vida, pero como el mismo libro lo dice: “Nosotros peleamos en defensa de los sagrados derechos del pueblo…”. Todo lo que pasaron les ayudo a descubrir y entender que la lucha es cruel pero se debe luchar, las personas pueden llegar y así irse, pero la esencia permanecía.

La lectura me parece que es confusa, ya que si no se le pone atención se puede perder quien está hablando en algunos momentos, no indica tiempos. En la lectura me pareció encontrar a tres personas distintas que con frecuencia hablaban; uno: Demetrio Macías (personaje principal), dos: las personas secundarias en turno con las que se mantenía conversación, tres: el narrador que a la vez se identificaba como Demetrio Macías, este último no logre identificarlo muy bien. La trama de las palabras empleadas, me dejo con un buen sabor de boca, tenía palabras muy rebuscadas pero interesantes en el contexto en que se utilizaban, además de que a pesar de no ser una forma “correcta” de hablar, se transmite y se entiende lo que se quiere expresar.

Así como se escribe y desde el punto en que se vea, es historia y como tal, la tomo.

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