Teoría y metodología son piezas fundamentales

Teoría y metodología son piezas fundamentales en todo proceso de

investigación. Explorando la relación entre ambas dimensiones, Bernstein

(1996) explica que las teorías en las que, como investigadores,

contextualizamos nuestros trabajos, son sistemas de conceptos que explican la

realidad y que condicionan la metodología a través de la cual nos acercamos a

esa realidad con la intención de conocerla y, por qué no, de transformarla. Por

esto, debemos ser conscientes de la importancia del modelo teórico y

metodológico en los que enmarcamos nuestro trabajo.

Si profundizamos un poco más en las aportaciones de Bernstein, veremos cómo

hace referencia al papel de la teoría en las Ciencias Sociales, y más

concretamente, en el campo de la educación, señalando que no puede ser ajena a

los roles sociales, así como a las identidades de los participantes y, por

supuesto, a las relaciones que mantienen entre sí. Esta forma de entender la

investigación social y el papel del investigador en nuestro campo, es la

referencia fundamental por la que este proyecto tiene una doble perspectiva

metodológica.

Tal como se analiza a lo largo de este capítulo, entendemos la escuela como una

cultura o un sistema desde el que cobra sentido la actividad de los individuos, y,

en ese contexto, desarrollamos nuestra actividad investigadora como un

miembro más de esa ‘micro-cultura’, integrados en las estructuras y actividades

de las que participan aquellas personas con las que estamos investigando

(Hammersley & Atkinson, 1994). Esto nos sitúa como investigadores en una

perspectiva etnográfica (Dicks, Mason, Coffey, & P., 2005; Spindler &

Hammond, 2006). Pero además, las características de este proyecto, que se basa

en la actividad realizada por una grupo de familias que comparten la

participación en un taller multimedia, aconsejaba centrar el enfoque en la

realización de un estudio de caso (Yin, 2003; Stake, 2005) y más

concretamente, en un estudio de caso múltiple (Stake, 2006), a través del cual

fuera posible analizar el desarrollo de la propia actividad en cada caso

atendiendo a las particularidades que presenta. A continuación,

profundizaremos en cada una de las dos perspectivas que fundamentan este

trabajo. Tecnología y Nuevas Alfabetizaciones en la Familia y en la Escuela

Tesis Doctoral – Dra. Ana Belén García Varela. 2007

70 Tecnología y Nuevas Alfabetizaciones en la Familia y en la Escuela

Finalmente, reflexionaremos en este capítulo sobre la dimensión interpretativa

de la investigación a partir de las aportaciones de Denzin y Lincoln (1994), que

plantean la necesidad de comprender que en las ciencias sociales toda clase de

investigación, ya sea cualitativa o cuantitativa, narrativa o analítica, es un

proceso de interpretación, ya que ningún dato habla por sí mismo. Si la

interpretación es, como señalan Denzin y Lincoln (1994) la base esencial de

cualquier informe de investigación, por lo que es importante profundizar en su

significado antes de comenzar con el análisis del proceso de investigación

La etnografía en la escuela

En circunstancias normales, deberíamos comenzar esta reflexión con una

definición de etnografía. Pero en este caso, ¿cuál es la más adecuada?

Responder a esta pregunta no es tarea fácil, puesto que no podemos decir que

haya una única definición de etnografía generalizada y consensuada entre los

investigadores que la practican. Algunos ejemplos de la complejidad y variedad

de aproximaciones al trabajo de etnógrafo son los trabajos de diferentes

disciplinas incluidos en el Handbook of Ethnography editado por Atkinson y

sus colaboradores (2001).

Para encontrar algunas claves fundamentales que nos ayuden a comprender qué

tipo de investigación estamos desarrollando, la primera opción es acudir a

trabajos clásicos que han sentado las bases de este enfoque metodológico, como

los de Woods (1986) o Hammersley y Atkinson (1994), donde la primera

conclusión que obtenemos es que la etnografía nos permite acortar las distancias

entre la teoría y la práctica. Por una parte, nos ayuda a identificar las

condiciones que favorecen el éxito del proceso de enseñanza y aprendizaje y,

por otra, nos permite colaborar en la vida cotidiana del aula al integrarnos como

un miembro más de la comunidad.

En palabras de Peter Woods (1986), la preocupación fundamental de la

etnografía es la cultura en sí misma; es decir, la etnografía indaga lo que la

gente hace, cómo se comporta y cómo interactúa en un escenario concreto

tratando de descubrir “desde dentro” sus creencias, valores, perspectivas,

motivaciones y cómo éstas van evolucionando de unas situaciones a otras y a lo

largo del tiempo. No obstante, hay una enorme diversidad de planteamientos y

prácticas dentro de los numerosos campos en los que se desarrollan trabajos

etnográficos, y siguiendo a Hammersley y Atkinson (1994), encontramos

importantes desacuerdos en la forma de entender los rasgos principales de la

etnografía: si debe ser la promoción del conocimiento cultural (Spradley, 1980),

la investigación detallada de patrones de interacción social (Gumperz, 1981) o Investigar en la escuela: cuestiones metodológicas

Tesis Doctoral – Dra. Ana Belén García Varela. 2007

Tecnología y Nuevas Alfabetizaciones en la Familia y en la Escuela 71

un análisis holista de las sociedades (Lutz, 1981). En ocasiones la etnografía es

retratada como un método esencialmente descriptivo, o como una forma de

‘contar historias’ a través de narrativas (Walker, 1981); otras veces, en contraste

con lo anterior, el énfasis está en construir o comprobar teorías (Denzin &

Lincoln, 1994).

Otra forma de aproximarnos a una definición de etnografía es partir de la

posición del investigador. Davies (1999) señala como rasgos fundamentales la

necesidad de una estrecha relación entre el investigador y los sujetos, así como

un conocimiento profundo del contexto y del amplio abanico de factores que

explican un determinado fenómeno y una gran habilidad para comprender y

mediar entre ‘diferentes formas de construir

...