Vasily Vasílievich Kandinsky
Enviado por alexsnob • 17 de Junio de 2012 • 2.165 Palabras (9 Páginas) • 493 Visitas
Vasily Vasílievich Kandinsky
(Moscú, 4 de diciembre de 1866 - Neuilly-sur-Seine, 13 de diciembre de 1944) fue un pintor ruso, precursor de la abstracción en pintura y teórico del arte, con el que se considera que comienza la abstracción lírica.
Nació en Moscú en 1866, en 1871 su familia se traslada a Odesa. De 1886 a 1889 estudia Leyes en Moscú. En 1896 rechaza un puesto docente en la Universidad de Dorpat para estudiar Arte en Múnich.
En 1901 funda el grupo Phalanx, cuyo propósito principal es introducir las vanguardias francesas en el provinciano ambiente muniqués, para lo cual abre una escuela en la que da clases. Sus pinturas de los primeros años del siglo son paisajes ejecutados con espátula, en un principio sombríos, para luego adquirir una intensidad casi fauve; también pinta temas fantásticos basados en tradiciones rusas o en la Edad Media alemana; este período está marcado por la experimentación técnica, en particular, en el uso del temple sobre un papel oscuro, para dar una impresión de superficie transparente, iluminada desde atrás. La consistencia tonal del claroscuro enfatiza el esquema borrando la distinción entre las figuras y el fondo, resultando una composición casi abstracta.
En 1902 expone por primera vez con la Secession de Berlín y realiza sus primeras xilografías. En 1903 y 1904 viaja por Italia, Países Bajos, África y visita Rusia. En 1904 expone en el Salón de Otoño de París.
En 1909 es elegido presidente del Neue Künstlervereinigung München (NKVM). La primera exposición del grupo tiene lugar en la galería Thannhauser de Múnich ese mismo año. Hacia el final de la década, las pinturas de Kandinsky denotan una gran tendencia a la plenitud por la equivalencia en intensidad de las áreas de color y la superficie reluciente que destruye toda ilusión de profundidad. Las series de cuadros de jinetes en combate comienzan en 1909 y, en ellas, la línea del horizonte se va erradicando gradualmente, al igual que otras referencias espaciales.
A partir de 1909, clasificó a sus cuadros en tres tipos:
Impresiones: impresión directa de la “naturaleza externa”, expresada de manera gráfico-pictórica. Todavía guardan relación con los modelos naturalistas.
Improvisaciones: expresión principalmente inconsciente, generalmente espontánea, de procesos de carácter interno. Es decir, impresión de la “naturaleza interna”.
Composiciones: expresión parecida a la anterior, pero que es largamente analizada luego del primer esbozo. Sus factores determinantes son la razón, la conciencia, la intención y la finalidad. De un nivel más complicado, sólo se pueden lograr tras largos trabajos preliminares.
A pesar de que reconoce que en última instancia lo que se impone es lo sensible, y no el cálculo, Kandinsky afirma que “nos acercamos cada vez más a la época de la composición consciente y racional, pronto el pintor estará orgulloso de poder declarar «composicionales» a sus obras.
En 1910 hace su primera acuarela abstracta, en la que en las manchas más oscuras predominan dos colores, el rojo y el azul, que evidentemente están relacionados porque siempre están juntos. El rojo es un color cálido y tiende a expandirse; el azul es frío y tiende a contraerse. Kandinsky no aplica la ley de los contrastes simultáneos sino que la comprueba; se sirve de dos colores como de dos fuerzas manejables que se pueden sumar o restar y, según los casos, es decir, según los impulsos que siente, se vale de ambas para que se limiten o se impulsen mutuamente. Hay también signos lineales, filiformes; son, en cierto modo, indicaciones de posibles movimientos, son trazos que sugieren la dirección y el ritmo de las manchas que vagan por el papel. Ponen en movimiento a toda la acuarela.
En Composición IV de 1911, las figuras están tan simplificadas, el color es tan arbitrario y el espacio tan confuso que es imposible distinguir el tema sin la referencia de los cuadros anteriores de la serie. Especialmente desorientador para el espectador es el modo en que se usa la línea, tanto como elemento independiente, o bien como límite para el color.
En 1911 Kandinsky y Franz Marc se retiran del NKVM y sientan las bases de Der Blaue Reiter, editando un almanaque en 1912. La primera exposición tiene lugar en diciembre, en la galería Thannhauser de Múnich.
En 1911 Kandinsky publica “De lo Espiritual en el Arte” en 1912 se publica el almanaque con obras de Kandinsky y Marc, y tiene lugar la segunda exposición del Blaue Reiter en la galería Hans Goltz. Este mismo año tiene lugar la primera exposición individual de Kandinsky en la galería Der Sturm de Berlín. Los temas preferidos de Kandinsky en esta época son violentos y apocalípticos, y tienen su origen en las imágenes religiosas populares de Alemania y Rusia. Hacia 1912 su trabajo ha pasado ya por diversas evoluciones productivas.
En 1913, cuando pinta Líneas negras, ya no se puede hablar de abstracción a partir de un tema; el color y la línea han tomado por sí mismos tal expresividad que ya no siguen un modelo preestablecido. Obras como ésta son las primeras verdaderamente abstractas.
Kandinsky, al igual que Piet Mondrian, estaba interesado también en la teosofía, entendida como la verdad fundamental que subyace detrás de doctrinas y rituales en todas las religiones del mundo; la creencia en una realidad esencial oculta tras las apariencias, proporciona una obvia racionalidad al arte abstracto.
En “De lo Espiritual en el Arte”, habla de una nueva época de gran espiritualidad y de la contribución de la pintura a ella. El arte nuevo debe basarse en un lenguaje de color y Kandinsky da las pautas sobre las propiedades emocionales de cada tono y de cada color, a diferencia de teorías sobre el color más antiguas, él no se interesa por el espectro sino sólo en la respuesta del alma. Intentó confirmar una subyacente relación interna entre el estímulo del color y la impresión espiritual y psíquica sobre el espectador, sobre todo a partir de su propia experiencia sinestésica. A partir de allí, formuló una nueva doctrina del color, la cual se apoyaba sobre las antinomias en tensión: cálido–frío y claro–oscuro.
A partir de esta primer par de opuestos, Kandinsky elabora una compleja teorización acerca de cómo los colores influyen en el espíritu, valiéndose de analogías musicales, gustativas, cinéticas, morales e incluso socioeconómicas. A cada color le otorga una personalidad, un perfil psicológico constituido por numerosas dimensiones.
En 1913 una obra suya se presenta en el Armory Show de Nueva York y, al estallar la Primera Guerra Mundial,
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