Victorinox

1884

Karl Elsener, con el apoyo de su madre Victoria, abre un taller de cuchillería en Ibach-Schwyz.

1891

Por iniciativa de Karl Elsener se funda la Asociación Suiza de Fabricantes de Cuchillos. Karl Elsener y sus colegas comienzan a proveer de navajas de soldado al Ejército Suizo.

1897

El 12 de junio se registra oficialmente la «navaja suiza para oficiales y deportes». Este modelo será conocido después en todo el mundo como «Original Swiss Army Knife».

1909

Tras la muerte de su madre, Karl Elsener honra su memoria eligiendo «Victoria» como razón social de su empresa.

1909

El fundador de la empresa registra oficialmente el característico emblema de la cruz y el escudo que actualmente es una marca registrada en más de 120 países.

1921

La invención del acero inoxidable revoluciona la producción de cuchillos. Karl Elsener cambia la razón social de su empresa por Victorinox (Victoria + Inox).

1931

Brown Boveri instala en Victorinox la primera planta de templado del mundo accionada totalmente por energía eléctrica.

1945

El «Original Swiss Army Knife» inicia su marcha triunfal por el mundo y se convierte en un gran éxito de ventas, sobre todo en las tiendas PX del ejército estadounidense.

1979

El 2 de enero, la empresa individual «Messerfabrik Carl Elsener» se transforma en la sociedad anónima familiar Victorinox AG.

1984

La empresa duplica la superficie de su sede administrativa y de producción. Con 810 empleados, obtiene una cifra de negocios de más de 80 millones de francos suizos.

1989

Bajo la marca Swiss Army, el anterior socio de distribución en EE.UU. ingresa al negocio de la relojería en Estados Unidos.

1992

La sociedad abre una filial de ventas en Japón. En los años siguientes se irán sumado otras filiales en distintos países.

1999

Victorinox se asocia con el grupo estadounidense TRG Group en St. Louis e ingresa en el mercado internacional de equipaje.

1999

La empresa reestructura su actividad relojera y funda Victorinox Watch SA en la localidad suiza de Bonfol/Jura.

2000

Se crea la fundación de la empresa Victorinox con el 75% del capital social de Victorinox AG. Otro 15% está en posesión de la fundación sin fines de lucro «Carl und Elise Elsener-Gut Stiftung».

2001

Victorinox lanza una colección de ropa en EE.UU.

2001

En una de las mecas de la moda, el barrio Soho de Nueva York, abre sus puertas la primera Victorinox Store.

2002

Privatización del socio de distribución en EE.UU., Swiss Army Brands Inc., que cotiza en la bolsa.

2003

Victorinox adquiere la sociedad estadounidense Wenger NA y la marca de perfumes Swiss Army Fragrance.

2005

Victorinox adquiere Wenger SA, fabricante suizo de cuchillos y relojes en Delémont/Jura.

2006

Victorinox Watch SA traslada su sede de Bonfol a la nueva planta de producción en Porrentruy/Jura.

2007

Victorinox funda la empresa Victorinox Swiss Army Fragrance AG en su sede central. Nuevo lanzamiento de la línea de perfumes de Wenger bajo el emblema de Victorinox.

2008

En la New Bond Street de Londres, Victorinox abre su primera Flagship Store en Europa.

2009

Victorinox emplea a más de 1700 personas en todo el mundo y su cifra de negocios asciende a 500 millones de francos suizos.

RESUMEN

Victorinox, valores inoxidables

Desde hace 125 años tienen el lema “Humildad y diligencia”. Es una empresa que no despide a nadie, que se toma en serio las preocupaciones de sus empleados y que por si fuera poco, paga bien.

¿Quién no tiene una Victorinox? La marca es sinónimo de navaja suiza, y cómo no, si ellos inventaron el concepto. Su producto estrella es el “Swiss Army Knife” y está presente en todo el mundo, desde el bolsillo del mismísimo Papa hasta los astronautas estadounidenses, que la llevan como parte de su equipamiento, al igual que los soldados alemanes y daneses que la siguen portando hoy igual que el Ejército suizo desde 1891.

La historia cuenta que cuando Karl Elsener abrió una cuchillería para fabricar navajas militares para el ejército suizo en 1884, tuvo una idea revolucionaria. Quería una navaja compacta y resistente que ofreciera muchas funciones combinadas en una sola herramienta. Con el transcurso de los años, la tecnología usada y las necesidades de los clientes han cambiado. La navaja del ejército suizo ha evolucionado en respuesta a estas necesidades, pero sigue siendo una herramienta esencial en la que muchos confían. Esta es la historia que cuenta su tataranieto y actual CEO, Carl Elsener.

Y es que Victorinox se ha mantenido hasta hoy como una empresa familiar, y en medio de las subidas o bajadas de la bolsa, siguen manteniendo valores como la honradez y la lealtad. Para que ello siga así, un 90% de la compañía fue convertida en fundaciones. De hecho, la familia ya no cuenta ni con el 10% del capital, para lo que 11 herederos decidieron renunciar a su fortuna para mantener vivo el espíritu de la compañía y así evitar que intereses personales cruzaran el quehacer de la empresa.

Victorinox, cuyo nombre surgió de la unión de Victoria (madre del fundador) y el acero inoxidable, paga un 10% más en salarios que la media empresarial suiza. El sueldo mínimo es de unos 50.000 francos (unos 37.500 euros ó 48.000 dólares) al año, pero los gerentes no reciben más de cinco veces eso, es decir unos 250.000 francos al año.

Relaciones y sostenibilidad

El éxito de Victorinox se explica en gran medida por el énfasis que han puesto en cultivar una cultura centrada en las personas y en respetar las relaciones entre la empresa y sus trabadores. Gracias a ello, existe la confianza y el sentimiento de apoyo mutuo que da sostenibilidad al modelo de negocio, incluso ante la adversidad.

Por ejemplo, la empresa da trabajo a 1.800 personas y nunca han despedido a alguien por temas económicos, esmerándose en velar para que ello se mantenga. Entre sus actividades habituales tienen celebraciones permanentes de aniversarios laborales para los empleados que llevan más de 25 años en la compañía. Hasta aquí todo parece normal, la diferencia con otras empresas es que hay decenas de personas que llevan 40 y hasta 50 años en Victorinox.

La peor crisis de la empresa sobrevino tras los atentados a las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001, cuando se prohibió la venta de cortaplumas en todos los aeropuertos. La facturación cayó en un tercio. Como la norma de la firma prohibía despedir a la gente, 15 trabajadores fueron “prestados”

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