Vida Y Obra Del Fundador De La Universidad De Pamplona(Colombia)
Enviado por Anferanapa • 30 de Septiembre de 2013 • 1.949 Palabras (8 Páginas) • 781 Visitas
VIDA Y OBRA DEL FUNDADOR DE LA UNIVERSIDAD DE PAMPLONA
Adaptación por: Pablo José Bautista Latorre.
Cuando ingresamos a estudiar a la Universidad de Pamplona o escuchamos sobre ella, su nombre, su trayectoria, su proyección, en fin, todo lo que nos puede relacionar con ella, nos preguntamos quién será el fundador, a quien se le ocurrió esta brillante idea y más aún, quien tuvo el valor de llevar a cabo una idea que en cierto momento podría sonar descabellada o simplemente un sueño irrealizable.
Para dar respuesta a estas inquietudes, generalmente se recurre a hechos históricos, a buscar los datos que nos presenten o nos den fe de un ser histórico que llevó a cabo una gran obra, como ha sido la fundación de la Universidad de Pamplona. Son varios los escritos que podemos encontrar y mi tarea en este momento es hacer referencia a ellos e ir contando un transcurrir histórico de este gran personaje. En ocasiones se recurren a mitos o leyendas para presentar a grandes personajes de la historia pero en este caso, lo que se trata es de basarnos en hechos históricos, en documentos que perfectamente pueden ser consultados y verificados. Es así, que nos remontamos a 1896, un 13 de junio en la Ciudad Mitrada, en la Ciudad fundadora de ciudades, en Pamplona Norte de Santander, ya que en esta fecha se da el gran acontecimiento del nacimiento de un niño a quien sus padres le colocaron JOSE RAFAEL ANTONIO y que ha sido el fruto del matrimonio de don Joaquín Farria Romero y doña María Bermúdez Villas mil. Esta pareja colombo - venezolana, don Joaquín de Maracaibo en la República Bolivariana de Venezuela y doña María de Cúcuta, capital Norte Santandereana de Colombia y finalmente su fruto que nace en Pamplona y va a ser el fundador de la Universidad de Pamplona, conforman esa gran familia, en donde José Rafael Antonio, estuvo acompañado de cuatro hermanos: María Antonia, Ana Teresa, José de Jesús y José Joaquín.
Esta familia Farria Bermúdez, se caracterizó por su profunda fe Cristiana Católica y es así que el 3 de septiembre de 1896, piden sea bautizado su hijo José Rafael Antonio, de manos del Padre Antonio Quintero, párroco para esa fecha, en la segunda Parroquia más antigua de Pamplona, la de Nuestra Señora del Carmen. Cuando queramos confrontar los documentos que den fe de estas fechas de nacimiento y bautismo, podemos recurrir a solicitar la partida de Bautismo que se encuentra en dicha parroquia en el libro de bautismos 20-1, Folio 1. No recurrimos al registro Civil, porque para aquella fecha el único documento que se exigía era la partida de bautismo, documento oficial, documento solicitado cuando se pedía la expedición de la cédula de ciudadanía.
PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN LIBRO 20-1 FOLIO 1. 03 DE SEPTIEMBRE DE 1896
Además de momentos de alegría, esta familia vive momentos difíciles, como fue la muerte de la cabeza familiar, don Joaquín, quien en su carrera como periodista se desempeñó como corresponsal en la guerra y a los 33 años fallece, poco tiempo después de finalizar la Guerra de los mil días. Al quedar huérfanos de su padre, es doña María quien asume con valentía el liderazgo de su familia, que gracias a su fe, corazón de madre y decisión, emprende una lucha por sacar adelante a sus cinco hijos. Afortunadamente en medio de la pobreza y dificultades, recibe ayuda de una mano generosa, de otra mujer, de la hermana de Monseñor Ignacio Antonio Parra, Arzobispo, quien los llevó a vivir al Palacio Arzobispal, lugar donde doña María trabajaría y sus hijos cultivan su vocación religiosa, principalmente María Antonia y José Rafael, quien luego será Sacerdote.
En una entrevista que le hace , él mismo dice “Recuerdo que tenía 7 años y era acólito de las Madres Betlemitas, cuando el Padre Martín Júmelas me insinuó que siguiera la vida religiosa; él mismo me costeó los tres primeros años del seminario. Yo aprendí a leer y a escribir en mi casa. Antes de ingresar al Seminario yo ya había estado en el colegio de Julio Pérez Ferrero y de Doña Reyes Mantilla” . Durante su transcurrir académico en el Seminario Conciliar, siempre se destacó como un buen estudiante, logrando ser ubicado en el cuadro de honor de disciplina, mención óptimamente y mención buena y aparece publicado en el periódico de la Diócesis “Unidad Católica”.
Su destacada inteligencia y liderazgo, teniendo tan sólo 18 años, lo llevan a crear el “Centro Zeledón” luego llamado Ateneo Zeledón”, al cual colocaba sus dotes de Oratoria, rama en la que se desempeñaba de forma excelente. Constancia de esta creación, la encontramos en el acta de formación, en donde encontramos: “José Rafael Farria Bermúdez, Presidente; B. Granados, Vicepresidente; Nepomuceno Gálvez, Esteban Mendoza Y Fernando Tavera, miembros; L. Ernesto Carrillo, Secretario. “
Los objetivos que se perseguían en dicho centro de estudios eran:
Hacer carrera en el género oratoria mediante la adquisición de un estilo sencillo, adornados con las gracias y primores del arte
Adquirir una formación proficiente en una elocución fácil y natural
Luchar denodadamente contra los defectos personales, único don de una naturaleza despiadada
Armonizar el discurso, de manera que guarde proporciones de estilo castizo con gestos adecuados a las ideas expresadas”
A la edad de 22 años, ya estaba preparado para recibir el Sacerdocio y dado su excelente comportamiento y manifestaciones de buen estudiante, profunda fe y liderazgo, se le solicita al Papa, una dispensa especial para poderlo ordenar Sacerdote antes de la edad requerida por el derecho Canónico. Es así que es ordenado el día que la Iglesia Celebra la solemnidad de Todos los Santos, el 1 de noviembre de 1918.
Su ministerio Sacerdotal lo desempeña principalmente en tres parroquias y al mismo tiempo vamos a ir caminando por los diversos años en los que transcurre el quehacer del reverendo Padre Doctor José Rafael Antonio Farías Bermúdez.:
1. 1918-1920 Parroquia San José de Cúcuta. Presta sus servicios como Coadjutor o lo que hoy se llama Vicario Parroquial, acompañando al Párroco
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