La Vida Es Una Universidad

La vida es una universidad

En la vida todos somos alumnos y maestros, aprendemos los unos de los otros y cada experiencia es una enseñanza. Aprendemos de todo, desde lo empírico hasta lo científico, desde el aprender a ser hasta el aprender a hacer. La vida no es un acertijo, hay que estar abierto al aprendizaje. Cada día aprendemos nuevas cosas, aprendemos de todo y de todos; estamos en constante aprendizaje.

En la vida aprendemos a amar, a confiar, a perdonar, a ser pacientes; a ser solidarios, a luchar, a entender a los demás, a relacionarnos, en fin. Desde el punto de vista existencial tenemos la tarea de amar y servir a los demás. Todos tenemos la posibilidad de formarnos a lo largo de la vida, dentro y fuera del sistema educativo, con el fin de adquirir, completar y ampliar nuestras capacidades, conocimientos, habilidades, aptitudes y competencias para nuestro desarrollo personal y profesional.

Cuando alguien nos cae mal, nos deberíamos preguntar ¿Qué me enseña esa persona que no me cae bien? Porque de ella también aprendemos.

No olvidemos que la vida es una universidad llena de aprendizajes, valoremos cada instante y momento en el que vivimos, que siempre hay una enseñanza de cada acontecimiento. Aprendamos a entender a los demás, a recibir de buena manera lo que la vida nos muestre, aprendamos a respetar, aprendamos a preguntar; a confiar, a ser positivos, a atraer lo bueno, a razonar, a ver la vida como una puerta que al mismo tiempo es salida y entrada o como el proceso de respirar con inhalación y exhalación. Es el dar y recibir que realiza sin cesar nuestro corazón. Aprendamos que de eso se trata la vida y lo más bonito de aprender es poder enseñar.

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