Yo Me Quiero
Enviado por mayor_sky23 • 12 de Junio de 2013 • 531 Palabras (3 Páginas) • 259 Visitas
esde hace algunas semanas, circula por Internet un e-mail que, a primera instancia, parece no tener sentido. "Segeun un etsduio de una uivenrsdiad ignlsea, no ipmotra el odren en el que las ltears etsan ersciats, la uicna csoa ipormtnate es que la pmrirea y la utlima ltera esten ecsritas en la psiocion cocrrtea. El rsteo peuden estar ttaolmntee mal y aun pordas lerelo sin pobrleams. Etso es pquore no lemeos cada ltera por si msima snio la paalbra cmoo un tdoo. Pesornamelnte me preace icrneilbe...", dice el correo, que rápidamente se convirtió en eje de una larga cadena de mensajes. Aunque no se sabe cómo ni dónde se originó, la teoría que sostiene semejante jeroglífico no es un invento “chino”.
El profesor de ciencias cognitivas, Kourosh Saberi, y su colega David Perrot, de la Universidad de California, Estados Unidos, son los autores de un artículo titulado “Restauración cognoscitiva del discurso invertido”, publicado en 1999 por la prestigiosa revista británica “Nature” (www.reversespeech.com/images/bakspeech.pdf). La cuestión es cómo el cerebro procesa e interpreta los patrones distorsionados del discurso y qué “señales” escoge durante el proceso. Saberi y Perrot tomaron oraciones y las dividieron en segmentos de igual duración, para después reproducirlas, pero al revés (www.utdallas.edu/~assmann/TREV/trevdemo.html). Las palabras escuchadas en reversa no afectaban la comprensión, ya que el cerebro las reorganiza para comprenderlas rápidamente.
Según el estudio, escuchar segmentos de palabras grabadas hacia atrás a 50 milisegundos de velocidad, no afecta su comprensión. “El discurso es un estímulo multidimensional. Hay diversas maneras de extraer un mensaje que contiene”, explicó Saberi, y dio como ejemplo el caso de una persona sorda que sólo leía los labios y que, durante una pausa en la conversación, le preguntó: "Usted tiene un acento extranjero, ¿no?". “La capacidad del cerebro humano para comprender y procesar un discurso invertido es incomparable a la de cualquier máquina. El cerebro obvia las imperfecciones”, concluyó el profesor. En paralelo, la revista “New Scientist” presentó una investigación coincidente, firmada por Graham Rawlinson (www.mrc-cbu.cam.ac.uk/personal/matt.davis/Cmabrigde/rawlinson.html).
En ese trabajo, Rawlinson recuerda que, en 1976, en la Universidad de Nottingham, Inglaterra, se realizaron una serie de pruebas que demostraron que la alteración del orden de las letras de las palabras de un texto no afectan la capacidad de las personas para entenderlo. El científico concluyó que, para evitar los problemas de lectura, basta conservar la primera y la última letra de cada palabra. El cerebro puede entender todo si no se cambian la “pmrirea” y la “útlima ltera”, además de tener en cuenta otros dos factores: no modificar la extensión de las palabras y tener cierta idea sobre
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