20 cosas que no sabías de la propuesta de reforma hacendaria
Enviado por reag • 10 de Junio de 2014 • Trabajo • 968 Palabras (4 Páginas) • 464 Visitas
Nota del editor: Liliana Ruiz es licenciada en Economía por la Universidad Iberoamericana y maestra en Políticas Públicas por la Universidad de Chicago. Ha trabajado en el Banco Mundial con sede en Washington. Actualmente es investigadora del área de Presupuestos y Políticas públicas del Centro de Análisis e Investigación FUNDAR. Sigue la cuenta de twitter: @FundarMexico
(CNNMéxico) — La propuesta de reforma hacendaria presentada por el gobierno federal no es un tema menor ni sencillo: aumentar impuestos o proponer algunos nuevos nunca ha sido ni será popular. Basta con ver los diversos intentos que en años recientes se han realizado en México para llevar a cabo reformas fiscales y el éxito obtenido en términos de recaudación.
Es verdad que nuestro país recauda poco, de ahí que se necesitan mayores ingresos, pues no hay política pública sin recursos y actualmente el gasto del gobierno es superior a los ingresos.
Lo anterior, aunque no es grave hasta ahora, dista mucho de ser una situación deseable, sobre todo si se da de manera constante y recurrente.
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Las buenas noticias
1) La decisión de no cobrar el IVA a alimentos y medicinas: el IVA es un impuesto regresivo que afecta en mayor medida los ingresos de las personas con menores recursos. Según datos de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la desigualdad en México medida por el índice de GINI, una medida de concentración del ingreso, la cual toma valores entre cero y uno, es prácticamente idéntica antes y después de considerar el impacto de la política fiscal (impuestos y transferencias del gasto público) en el ingreso disponible de los hogares.
Lo anterior, refleja que la política fiscal no ha servido como instrumento efectivo para disminuir la desigualdad en el país. Me parece que esto se debe, en gran parte, a la baja calidad del gasto público y la corrupción, pero también a que tenemos un sistema impositivo regresivo. Se ha establecido la idea de que, aunque el IVA es regresivo, quienes resultan afecados por este impuesto pueden ser compensados a través del gasto público.
El IVA en sí mismo no es malo, y en sentido de eficiencia económica menos; pero en un contexto de gasto público que no contribuye para disminuir la desigualdad, no es la mejor medida. En un mundo ideal (menos corrupto, con menos desviaciones del gasto público y con más igualdad) el IVA funcionaría mejor.
2) Eliminar la consolidación fiscal: este régimen es complicado, incluso para los especialistas que se dedican a estudiarlo y aplicarlo. Se trata, en términos muy simplistas, de una facilitación administrativa para los grandes grupos empresariales, al grado que, por ejemplo, a un grupo que tiene 100 empresas se le permite pagar en conjunto el impuesto de todas las empresas, en lugar de que las 100 empresas paguen cada una en lo individual.
3) Cobrar una tasa de 10% a las ganancias de capital en la Bolsa: si una empresa vende sus
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